El hombre que escapó de la muerte 7 veces y terminó ganando un millonario premio de lotería
La increíble historia de Frane Selak, un croata que sobrevivió a diversos accidentes mortales y terminó ganando la lotería en 2003

El hombre logró sobrevivir a situaciones y accidentes inverosímiles. Crédito: Shutterstock
Frane Selak nació en 1929 en Petrinja, una pequeña ciudad al sur de Zagreb, Croacia. Durante décadas llevó una vida común como profesor de música, sin imaginar que un día sería conocido mundialmente como “el hombre con más suerte del mundo”.
La razón de esa fama no radicó en su profesión ni en algún logro académico, sino en una serie de episodios tan inverosímiles como dramáticos: sobrevivir a 7 accidentes mortales y, finalmente, ganar la lotería nacional croata.
Su vida, que transcurrió entre el anonimato y la fama inesperada, ha sido objeto de reportajes, entrevistas y análisis sobre el azar y el destino. La historia de Selak muestra cómo la línea entre la tragedia y la fortuna puede ser más delgada de lo que parece.
El inicio de una vida improbable
El primer accidente ocurrió en enero de 1962. Selak viajaba en tren desde Sarajevo cuando un descarrilamiento arrojó varios vagones a un río congelado. 17 personas murieron, pero él logró sobrevivir. Sufrió una fractura de brazo y un cuadro de hipotermia tras lanzarse a las aguas heladas para escapar de los restos. Aquel episodio marcó el inicio de una vida rodeada de sucesos extraordinarios.
Un año después, en 1963, volvió a enfrentarse a la muerte. Viajaba en un avión comercial cuando la puerta se abrió de manera repentina y lo expulsó al vacío. Contra todo pronóstico, cayó sobre un pajar en una granja y sobrevivió. 19 pasajeros no corrieron la misma suerte: fallecieron cuando la aeronave impactó contra el suelo.
En 1966, el croata fue testigo de un nuevo desastre. El autobús en el que viajaba cayó desde un puente hacia un río. 4 pasajeros murieron, pero Selak logró nadar hasta la orilla.
Los años siguientes tampoco estuvieron exentos de peligro. En 1970, su automóvil se incendió de manera repentina. Logró salir a tiempo antes de que el vehículo explotara. 3 años más tarde, en 1973, otra falla mecánica provocó que el motor expulsara aceite caliente hacia el interior. Las llamas quemaron su cabello, aunque no sufrió heridas graves.
En 1995, ya en Zagreb, fue atropellado por un autobús. Afortunadamente, solo sufrió lesiones menores. Un año después, en 1996, volvió a esquivar la tragedia en un accidente múltiple que involucró a un camión de las Naciones Unidas. Saltó de su vehículo segundos antes de caer por un barranco de casi 100 metros y quedó sostenido por un árbol.
Estos sucesos, relatados por medios internacionales como BBC y La Vanguardia, consolidaron la percepción de que Selak estaba marcado por un destino contradictorio: ser víctima de la fatalidad y, al mismo tiempo, beneficiario de una fortuna estadísticamente improbable.
El golpe final de la suerte
La fama del “hombre con más suerte del mundo” se afianzó en 2003. 2 días después de cumplir 74 años, Selak compró un boleto de la lotería nacional croata y ganó el primer premio: aproximadamente $938,000 dólares. Tras décadas de dificultades económicas, el dinero le permitió cambiar de vida, aunque nunca perdió la sencillez.
En entrevistas posteriores, Selak aseguró que el dinero no era lo más importante. “Las cosas materiales son lo menos importante”, declaró a La Vanguardia. Lo que realmente valoraba era la salud y el hecho de seguir con vida después de tantas experiencias límite.
Una vida discreta tras la fama
Aunque la prensa internacional lo buscaba con frecuencia, Selak optó por una vida discreta. Usó parte del dinero para comprar una casa y ayudar a familiares y amigos, pero nunca se entregó a lujos desmedidos. Continuó dando clases de música y participando en actividades comunitarias en su ciudad.
Su historia, sin embargo, despertó debates sobre la improbabilidad estadística de su biografía. Algunos estudiosos señalaban que los accidentes que sobrevivió lo colocaban en los márgenes de la probabilidad matemática, mientras que otros lo veían como un ejemplo de resiliencia y capacidad de adaptación ante la adversidad.
El legado de un sobreviviente
Frane Selak falleció el 30 de noviembre de 2016, a los 87 años. Para muchos, su vida quedó grabada como un relato casi legendario que desafía la lógica y los límites de la estadística. Sobrevivió a un descarrilamiento, a un accidente aéreo, a un autobús en un río, a incendios en su automóvil, a un atropello, a una colisión múltiple y, finalmente, obtuvo un premio millonario en la lotería.
Su historia plantea interrogantes sobre el papel del azar, el destino y la actitud frente a la vida. Más allá de las cifras y probabilidades, Selak enseñó que la felicidad no depende únicamente de lo material. Su ejemplo invita a reflexionar sobre la resiliencia humana y el valor de lo esencial: la vida misma.
Hoy, es recordado no solo como el hombre que más veces esquivó a la muerte, sino también como alguien que supo mantener la humildad y la gratitud frente a experiencias extraordinarias. Un símbolo de cómo la fortuna puede mostrarse de las formas más inesperadas.
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