Mujer de Virginia ganó $150 mil en el Powerball y termina donándolos a obras benéficas
La ganadora decidió impulsar 3 causas: investigación médica, justicia alimentaria y apoyo militar

La ganadora decidió regalar su premio del Powerball movida por el recuerdo de su difunto esposo. Crédito: Shutterstock
En lugar de quedarse con una inesperada fortuna, una mujer de Midlothian, Virginia, decidió transformar su golpe de suerte en un gesto de generosidad.
Carrie Edwards ganó $150,000 dólares en el sorteo del Powerball del pasado 8 de septiembre y, lejos de pensar en lujos personales, entregó todo su premio a 3 organizaciones sin fines de lucro que representan servicio, comunidad y esperanza.
Edwards obtuvo el premio al acertar 4 de los 5 números principales y el Powerball, lo que normalmente equivale a $50,000. Sin embargo, gracias a que pagó $1 adicional por la opción Power Play, la cifra se triplicó hasta alcanzar los $150,000. El martes 16 de septiembre, al recibir oficialmente el cheque, tomó la decisión de donar cada dólar a causas que considera vitales.
Un regalo en memoria de su esposo
La primera donación de $50,000 fue destinada a la Association for Frontotemporal Degeneration (AFTD), entidad dedicada a financiar investigación científica, brindar educación y ofrecer recursos a familias afectadas por la demencia frontotemporal. Esta enfermedad neurodegenerativa de inicio temprano fue la causa del fallecimiento de Steve, esposo de Edwards.
“Este regalo es profundamente personal”, declaró la ganadora. “Durante el Mes Mundial de Concientización sobre la Demencia Frontotemporal quería que este aporte arrojara luz sobre las familias que luchan contra esta enfermedad y sobre los investigadores que trabajan en la búsqueda de una cura. Dios me está bendiciendo, así que yo puedo bendecir a otros a través de Él. Al final, todos caminamos juntos hacia nuestro Hogar”.
Con este gesto, Edwards buscó no solo rendir homenaje a la memoria de su pareja, sino también impulsar los avances médicos que podrían aliviar el sufrimiento de miles de familias en el futuro.
Apoyo a la justicia alimentaria
La segunda parte del premio se dirigió a Shalom Farms, una organización agrícola sin fines de lucro con sede en Richmond que trabaja por un sistema alimentario más justo. La entidad cultiva y distribuye productos frescos para comunidades con poco acceso a alimentos saludables, al tiempo que ofrece programas educativos sobre nutrición y agricultura sostenible.
Para Edwards, la misión de esta organización encarna la idea de que la comida no solo alimenta, sino que también restaura dignidad y crea comunidad. “Shalom Farms sana a través de la comida y la tierra”, explicó, subrayando la importancia de garantizar el acceso equitativo a alimentos nutritivos.
En un contexto en el que millones de estadounidenses enfrentan inseguridad alimentaria, esta donación busca fortalecer un proyecto que mejora la salud y el bienestar de los más vulnerables.
Solidaridad con familias militares
El tercer aporte de $50,000 fue destinado a la Navy-Marine Corps Relief Society, institución con más de un siglo de historia que brinda asistencia financiera, educativa y de emergencia a miembros activos de la Marina y el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, así como a veteranos y sus familias.
Esta elección refleja la admiración de Edwards hacia quienes sirven al país y hacia la tradición de apoyo mutuo que caracteriza a la comunidad militar. La organización ayuda a cubrir necesidades urgentes como vivienda, educación y cuidado infantil, ofreciendo un alivio real en momentos de dificultad.
“Estas 3 organizaciones representan sanación, servicio y comunidad”, resumió Edwards. “AFTD brinda esperanza con la investigación, Shalom Farms fortalece con alimentos, y la Navy-Marine Corps Relief Society mantiene el apoyo a las familias militares en momentos difíciles. Me siento bendecida de que esta inesperada ganancia pueda tener un propósito más grande”.
Inspirar a dar
Más allá de la ayuda concreta, Edwards espera que su gesto inspire a otras personas a ver los golpes de suerte como una oportunidad para compartir y generar un impacto positivo. Su historia resalta en un panorama donde las noticias sobre ganadores de lotería suelen estar ligadas al gasto en mansiones, autos de lujo o viajes costosos.
La decisión de esta mujer de Virginia muestra que la verdadera riqueza no siempre está en el dinero acumulado, sino en el bien que se puede hacer con él. En palabras de Edwards, se trata de permitir que las bendiciones inesperadas se conviertan en semillas de esperanza y solidaridad.
Su ejemplo también llega en un momento en que la filantropía individual se vuelve cada vez más relevante, especialmente frente a los desafíos que enfrentan comunidades enteras en materia de salud, alimentación y apoyo social.
La historia de Carrie Edwards no solo celebra la suerte de una jugadora afortunada, sino también la capacidad de transformar un premio en un legado de compasión y servicio. Al entregar sus $150,000 a tres causas vitales, esta mujer de Midlothian recuerda que la mayor ganancia está en el impacto positivo que se deja en la vida de los demás.
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