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¿Qué hay detrás del avistamiento de adolescentes con machetes en las calles de NYC? Un hecho violento en Queens enciende las alarmas

Vecinos de Ozone Park (Queens) y Crotona (El Bronx) afirman haber presenciado situaciones peligrosas el verano pasado, con jóvenes portando este tipo de arma

Los ataques con machete están vinculados con agresores muy jóvenes.

Los ataques con machete están vinculados con agresores muy jóvenes.  Crédito: Shutterstock

De acuerdo con la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) un machete es un “arma blanca, más corta que la espada, ancha, pesada y de un solo filo. Es un cuchillo grande que sirve para desmontar, cortar la caña de azúcar y otros usos”.

En el caso de algunos vecindarios de la Gran Manzana, esta definición que incluye “otros usos” aparece en el centro de relatos de violencia y terror en las calles. 

Una escena relevante, pero que podría ser el síntoma de una realidad no del todo analizada, trascendió en días pasados. Todo terminó en una detención.

El viernes 12 de septiembre, a las 2:00 P:M de la tarde, un adolescente de 15 años y otros jóvenes persiguieron a un estudiante de 16 años con un machete, cuando se montaba en un autobús Q24 en la intersección de Atlantic Avenue y Lefferts Boulevard en Richmond Hill, en Queens. 

El conductor del autobús, al observar la situación, intentó proteger al joven y evitar que los agresores abordaran el vehículo. Uno de los atacantes logró subir al autobús y roció al conductor con gas pimienta. El joven, a quien perseguían, posiblemente se salvó de lo peor.

El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) confirmó a El Diario que el pasado lunes 22 de septiembre, y luego de que se divulgaran en redes sociales, las imágenes de esta incidencia, lograron capturar a uno de los implicados, de solo 15 años de edad.

“Obviamente como se trata de un menor de edad, no podemos revelar su identidad. Se encuentra acusado por agresión y posesión criminal de un arma”, indicaron portavoces de la Uniformada.

NYPD asegura que se recibió la denuncia formal de este hecho, tres días después de lo ocurrido. 

Para ex pandilleros consultados, que ahora trabajan en programas interruptores de violencia, portar un arma de este tipo, es un símbolo de poder dentro de cierto tipo de organizaciones delictivas.

Algunos vecinos de Ozone Park (Queens) comentaron que vieron a grupos de jóvenes portando este tipo de arma blanca.
Crédito: Craig Ruttle | AP

El rostro de la violencia juvenil

En realidad, la categoría “ataque con machete” no se trata de incidencias que abultan las estadísticas de delitos contra la calidad de vida a la línea telefónica 311. Tampoco es una preocupación para las fuerzas del orden, si se contrasta con las balaceras. Lo que sí abruma a “baja voz” a algunas comunidades, es que los protagonistas de esas escenas dantescas, en donde de repente alguien irrumpe en cualquier espacio urbano, con esta peligrosa arma en la mano, o asomada en sus pantalones, siguen siendo jóvenes. Muy jóvenes.

Lo que se reseñó como un hecho aislado de violencia juvenil, tiene otras subtramas en la Gran Manzana. Algunos vecinos de Jamaica y Ozone Park (Queens) y en Crotona (El Bronx) comentan que fueron testigos el pasado verano de “situaciones peligrosas”, en donde vieron a grupos de jóvenes portando este tipo de arma blanca.

No se comprobaron denuncias específicas de estos avistamientos en las comisarías policiales de esos vecindarios.

Lo que sí está confirmado, en todos los registros oficiales, es cómo en este año, aunque las autoridades municipales y estatales se apuntan una victoria, por el descenso de las balaceras, se está perfilando un “rostro” muy duro sobre la violencia juvenil, en donde adolescentes son los agresores, pero también las víctimas.

El pasado mes de agosto, Angel Mendoza, un adolescente dominicano de 14 años, fue brutalmente apuñalado hasta la muerte, durante una pelea multitudinaria en un parque infantil de Williamsbridge Oval en El Bronx. 

En el hecho también resultó un joven de 17 años herido a puñaladas. Cuatro adolescentes entre 15 y 16 años enfrentan cargos de asesinato. Se repite la historia: adolescentes atacan con furia con objetos punzo penetrantes, a plena luz del día, sin miedo a las consecuencias.

En febrero otro adolescente de origen hispano, de 14 años de edad, fue apuñalado mortalmente en Sunnyside (Queens), durante una reyerta entre varios jovencitos.

“No te metas conmigo”

Aparentemente, y de acuerdo con versiones compartidas por líderes que trabajan en organizaciones interruptoras de violencia, estos jóvenes avistados en algunos vecindarios con machetes, podría tratarse de miembros de pandillas conformadas o grupos improvisados, que tienen en el uso de este instrumento de uso rural, un símbolo de poder en la ciudad de los rascacielos.

Una interpretación no avalada, en todas sus letras, por las autoridades.

Una fuente del Centro de Justicia Comunitaria de Queens, una organización que como centenares en la ciudad de Nueva York, trata de crear vecindarios seguros y sólidos con nuevas respuestas a la delincuencia, prevención de la violencia y oportunidades para los jóvenes, comenta que en efecto se trata de una tendencia, que para nada ha escalado a situaciones mayores. Pero eso no quiere decir que no exista el riesgo, que tengamos noticias sangrientas, cada cierto tiempo, si no se toman acciones de interrupción de violencia.

“Sí seguro. De forma individual, hemos abordado algunos casos, en donde jóvenes vulnerables se arman con estos machetes, como una forma de mostrar su poderío en bandas rivales. Es como una alerta que le dice a otros: no te metas conmigo”, indicó un líder comunitario quien prefirió reservar su identidad. Y aclaró que no habla en nombre oficial de la organización, sino en base a su experiencia como ex pandillero.

Básicamente, se le manda un mensaje a rivales: “Nosotros tenemos machete, cortan, dejan cicatrices, pero también matan”.

Esta es la razón por la cual los registros de heridos con machetes en enfrentamientos, son muy extraños, porque se trata casi siempre de un objeto para la amenaza y marcar territorio.

La otra observación que hacen ex pandilleros, dedicados ahora al trabajo comunitario, es que grupos mafiosos captan a jovencitos para diversas actividades y los convencen que como son menores la ley no tocará su puerta.

“Les dicen que pueden hacer buen dinero, que serán respetados, que tendrán poder, solo con portar un machete, como una suerte de amuleto”, sostienen.

“Un signo de debilidad”

En el sur del Bronx y el centro de Brooklyn, también se movilizan voces locales haciendo este trabajo de interrupción de violencia, incluyendo a ex integrantes de bandas. Se trata de esfuerzos financiados por la Ciudad, para erradicar las balaceras y otras formas de ataques que no necesariamente implican proyectiles. 

Varios Centros de Justicia Comunitaria en otras localidades “calientes” como Brownsville, Red Hook y Harlem buscan mitigar las causas de la violencia, mediante programas de empleo y reinserción social. Y aunque se han centrado de forma creciente, en erradicar la violencia de armas de fuego, hay relatos de pequeñas células, especialmente de adolescentes que asisten a escuelas secundaria, que no están interesados en tener una pistola, pero pueden dar el peligroso de paso, de adquirir libremente un “machete pequeño” en una ferretería.

“Nos parece que en los últimos años, las autoridades han girado en la dirección correcta, poniendo recursos en la interrupción de la violencia, desde el corazón de las comunidades. Y en el caso de este tipo de armas llamadas ‘blancas’, es mucho más efectivo que el abordaje policial directo. Nosotros podemos convencer a los jóvenes que abandonen esa práctica. Le decimos que más que poder, es un terrible signo de debilidad, que los puede llevar a una prisión”, remarcó la fuente.

Entre otras perspectivas, que coinciden los líderes en la interrupción de la violencia, se subraya que un machete es “más intimidante que un cuchillo común”. Su mera presencia puede disuadir a otros de confrontar, ejerciendo una función de “poder” en disputas entre grupos organizados.

¿Efectos de Raise the Age?

Para el gobierno municipal, la delincuencia juvenil en la Gran Manzana se ha más que duplicado desde la entrada en vigor de la controvertida Ley Estatal de Aumento de la Edad (Raise the Age) a pesar de la disminución general de la delincuencia.

El Informe de Gestión del alcalde, muestra descensos en seis de los siete delitos graves en los cinco condados durante el último año, pero también indica que se produjo 5,623 arrestos de jóvenes por delitos graves en el año fiscal 2025, frente a los 2,200 del año fiscal 2018, cuando entró en vigor esta ley.

La ley Raise the Age, promulgada por el entonces gobernador Andrew Cuomo en 2017, formó parte de una serie de reformas a la justicia penal, aprobadas por los legisladores estatales.

Se elevó la edad de responsabilidad penal de 16 a 18 años y permitió que sospechosos de hasta 21 años fueran alojados en centros de detención juvenil, en lugar de cárceles para adultos.

Para el año fiscal 2020, los arrestos de jóvenes por delitos graves aumentaron de 2,754 en 2019 a 4,252, según el informe del alcalde.

Los meses invernales de este año ya habían activado diversas alertas.

Según la plataforma homicidenyc.com, en enero fueron ultimados cuatro menores de edad a causa de heridas de bala y arma blanca, destacando el caso de Caleb Ríos, de 14 años, quien fue apuñalado en el pecho durante un altercado en Mott Haven, El Bronx.

En la mayoría de estos incidentes, las situaciones no estuvieron motivadas por robos o asaltos. De acuerdo con los informes policiales, en la mayoría de los casos se presume que fueron impulsadas por rencillas personales entre grupos de niños y adolescentes. Una gran proporción de las víctimas en estas fatalidades han sido de origen hispano.

El informe revelado el año pasado por el Departamento de Investigación de la Ciudad de Nueva York (DOI), demuestra cómo los dos centros de detención juvenil de la Administración de Servicios para Niños de la Ciudad (ACS): el Centro Horizon en El Bronx y el Crossroads en Brooklyn, han registrado un aumento “dramático” de internos.

En abril de 2018, Horizon albergaba a 28 residentes, 10 de ellos mayores de 16 años y cuatro que tenían un cargo de asesinato. En mayo de 2023, esas cifras incrementaron a 115 residentes, 98 de ellos mayores de 16 años y 66 que tenían un cargo de asesinato.

En abril de 2018, Crossroads contaba 24 residentes, 16 de ellos que superaban los 16 años y tres que tenían un cargo de asesinato. En mayo de 2023, esos números crecieron a un total de 122 residentes, 87 de ellos mayores de 16 años y 68 que tenían un cargo de homicidio.

Foto de archivo donde se ve la foto de Lesandro Guzmán Feliz, asesinado a machetazos en junio del 2018.
Crédito: Bebeto Matthews/Archivo | AP

“El crimen más horrendo”

Tristemente el pasado 20 de junio de 2018, se registró el brutal homicidio a machetazos del quinceañero Lesandro “Junior” Guzmán Feliz. El entonces comisionado de NYPD, James O’Neill, afirmó que el video de ese homicidio “probablemente sea una de las peores cosas que haya visto” en su vida.

Según los fiscales, pandilleros ordenaron matar al joven de 15 años, quien fue sacado a rastras de una bodega en Tremont y asesinado a puñaladas, porque aparentemente lo confundieron con otro muchacho.

Este hecho brutal reiteró cómo pandillas como Los Trinitarios, a la cual se le atribuye este terrible hecho criminal, tienen “tradiciones” donde el machete se usa en riñas internas o enfrentamientos con rivales.

Además, se ha comprobado que forma parte de la identidad simbólica de “ser temido”.

Más jóvenes:

  • 37% ha aumentado entre el 2017 y el 2023 la incursión de adolescentes en crímenes graves como agresiones y uso de armas en la Gran Manzana.
  • 54% han aumentado los casos en donde las víctimas de asesinatos o heridas graves con menores de edad de menores, en este mismo periodo de tiempo.

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