Cómo sobrevivir a Halloween: consejos de expertos para que los niños disfruten sin exceso de azúcar
Una pediatra experta revela estrategias efectivas para equilibrar diversión y salud durante la temporada de dulces más intensa del año
Los padres no tienen por qué restringir todos los dulces de Halloween a sus hijos. Crédito: Shutterstock
Halloween se acerca y con él, una avalancha de dulces que puede preocupar a cualquier padre. Entre fiestas escolares, reuniones con amigos y el tradicional trick or treat, los niños pueden consumir cantidades alarmantes de azúcar en pocos días. Sin embargo, expertos aseguran que es posible encontrar el equilibrio perfecto entre diversión y salud.
La Dra. Dyan Hes, pediatra y especialista en obesidad infantil, directora médica de Highline Modern Medicine en Nueva York, comparte estrategias prácticas para que las familias disfruten esta festividad sin caer en el exceso.
El desafío del azúcar en Halloween
Las cifras son impactantes: los hogares estadounidenses compran aproximadamente 338 millones de kilos de caramelos cada Halloween. Esto equivale al peso de 225 automóviles en puro dulce, o si lo visualizamos de forma más festiva, 62 millones de calabazas.
Para muchos niños y adultos, Halloween representa uno de los momentos más esperados del año. Disfraces creativos, fiestas temáticas y bolsas llenas de golosinas crean recuerdos inolvidables. Pero para los padres, esta celebración puede convertirse rápidamente en una preocupación por caries, hiperactividad y hábitos alimenticios poco saludables.
“Halloween solo pasa una vez al año”, explica la Dra. Hes, reconocida por New York Magazine como una de las mejores doctoras de la ciudad en 2022, “pero eso no significa que deba convertirse en una semana de exceso.”
Planificación: la clave del éxito
Según la experta, el secreto está en la preparación. No se trata de eliminar completamente los dulces o arruinar la diversión, sino de establecer límites claros y saludables desde el principio.
“Planea los días en que van a tener más dulces, como las fiestas escolares”, recomienda Hes. “Ese día intenta compensar con comidas más saludables: proteínas, vegetales y frutas. También hay que cuidar las bebidas. Evita refrescos y jugos, porque los niños ya estarán recibiendo suficiente azúcar del resto. Lo mejor es que solo tomen agua.”
La comunicación temprana con los niños resulta fundamental. Hablar con ellos antes de que comience la temporada de dulces ayuda a establecer expectativas realistas y evita conflictos posteriores.

El sistema del frasco: una estrategia efectiva
Una de las técnicas más prácticas que propone la Dra. Hes es el método del frasco. Después de la noche de Halloween, cuando los niños regresan a casa con sus bolsas repletas, es momento de implementar esta estrategia.
“En Halloween, pongan todo el botín en un frasco o recipiente, y dejen que elijan algunas golosinas favoritas para ese día. El resto pueden guardarlo y repartirlo poco a poco”, sugiere la especialista.
Esta aproximación permite que los niños disfruten de sus dulces favoritos inmediatamente, satisfaciendo la emoción del momento, mientras se raciona el resto para las semanas siguientes. Los padres pueden incluir un dulce en la lonchera durante la semana o permitir una pequeña porción después de la cena.
Alternativas saludables con espíritu festivo
Si vas a organizar una fiesta de Halloween en casa, la Dra. Hes recomienda balancear las opciones. No se trata de eliminar los dulces por completo, sino de ofrecer alternativas nutritivas que también se alineen con la temática.
Las mandarinas naranjas, zanahorias baby, chícharos dulces y cubitos de queso cheddar encajan perfectamente con la paleta de colores de Halloween. Estas opciones saludables ayudan a equilibrar la abundancia de comida procesada típica de la temporada.
Los snacks más saludables como galletitas saladas, pretzels y frutas de temporada también pueden sustituir parte de las golosinas tradicionales sin que los niños sientan que se pierden la diversión.
¿Qué hacer con el exceso de dulces?
Inevitablemente, muchas familias terminan con montañas de dulces que parecen interminables. Afortunadamente, existen opciones creativas para manejar este excedente sin que permanezca tentando a los niños durante meses.
“Muchos consultorios dentales aceptan donaciones de dulces”, explica Hes. “Algunas organizaciones los envían a tropas estadounidenses en el extranjero, o los padres simplemente los llevan a la oficina para mantenerlos lejos de casa.”
Donar los dulces no solo resuelve el problema del exceso, sino que también enseña valores importantes a los niños sobre generosidad y compartir con otros.
Balance sin ser el villano
La filosofía de la Dra. Hes se centra en encontrar un punto medio sensato. Los padres no necesitan convertirse en los villanos de la historia prohibiendo todo lo divertido, pero tampoco deben permitir el consumo descontrolado durante días.
La clave está en mantener una base sólida de buenos hábitos alimenticios durante todo el año. Cuando los niños tienen una dieta balanceada la mayor parte del tiempo, disfrutar de dulces durante ocasiones especiales no representa un problema grave.
Halloween puede ser una oportunidad para enseñar a los niños sobre moderación, toma de decisiones saludables y autocontrol, lecciones valiosas que los acompañarán mucho más allá de esta festividad.
Con un poco de planificación, comunicación clara y creatividad, las familias pueden disfrutar plenamente de Halloween mientras cuidan la salud de los más pequeños. Después de todo, los mejores recuerdos de esta festividad no están en la cantidad de dulces consumidos, sino en la diversión compartida.
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