Hochul ordena cerrar la prisión de Bare Hill, en el norte de NY
Nueva York ordena el cierre de la prisión Bare Hill, una decisión que reaviva críticas por mantener abiertas en cambio instalaciones cuestionadas
Un conductor usa equipo de protección personal mientras opera un vehículo del Departamento de Correcciones de la ciudad de Nueva York afuera del Centro Médico NYU Langone, el lunes 13 de abril de 2020, en Nueva York. Crédito: John Minchillo | AP
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó el cierre del Centro Correccional de Bare Hill, en el norte del estado, una medida que marca el inicio de una reestructuración penitenciaria que había sido anticipada en el presupuesto estatal, pero que no se ejecutó por completo.
La orden, hecha a través del Departamento de Correcciones y Supervisión Comunitaria (DOCCS), fija el cierre para el 11 de marzo y deja fuera de la lista a otras dos prisiones cuya clausura había sido considerada previamente.
En un comunicado, el DOCCS sostuvo que la decisión se tomó para “minimizar el efecto en el personal” y, al mismo tiempo, responder a la escasez de trabajadores en el sistema.
Bare Hill, con 1,400 camas y alrededor de 600 vacías, será la única instalación en cerrarse, mientras que Collins CF solo consolidará operaciones y Marcy CF continuará en funcionamiento. El DOCCS dijo que la decisión de cerrar cualquier instalación es “difícil para todos los involucrados”.
El gobierno estatal aclaró que la medida se inscribe en la autorización presupuestaria que permitía cerrar hasta tres prisiones tras evaluar la capacidad utilizada, el estado de las instalaciones y otros factores.
Los 293 empleados de Bare Hill serán reubicados en otras prisiones, según precisaron funcionarios.
El DOCCS dijo que la revisión se basó en factores como “camas disponibles, infraestructura física, oferta de programas y si se pueden reubicar en otras instituciones, nivel de seguridad del centro, servicios médicos y de salud mental especializados, lugares donde no hay listas de reasignación de oficiales correccionales y otros centros en el área para minimizar el impacto en el personal”.
Críticas de distintos sectores
A pesar de estas justificaciones, la decisión generó un amplio desacuerdo desde sectores con visiones opuestas sobre la política penitenciaria, según recogió el New York Daily News.
Jennifer Scaife, directora ejecutiva de la Asociación Correccional de Nueva York (CANY), instó a Hochul a usar la autoridad ya aprobada en el presupuesto para cerrar también el Marcy Correctional Facility, en el que el recluso Robert Brooks fue asesinado en diciembre pasado por guardias.
En ese mismo centro Abdalla Hadian, capellán musulmán empleado por el sistema penitenciario estatal de Nueva York, se disparó fatalmente este mes.
Informes previos respaldan esas preocupaciones. Tras una visita en 2022, CANY documentó en Bare Hill un ambiente de miedo, abusos físicos y verbales y una tasa de agresiones entre reclusos 52% más alta que el promedio estatal.
Otras críticas provienen del lado contrario. La Asociación Benéfica de Oficiales Correccionales y Policías del Estado de Nueva York, que representa a los trabajadores penitenciarios, condenó la clausura de otra prisión en medio de una crisis de personal, recogió el Daily News.
Sigue leyendo: