El costo oculto de las devoluciones navideñas: su grave impacto al medio ambiente y a tu cartera
Las compras en línea generan tasas de devolución más altas debido a la dificultad de elegir artículos adecuados
El número creciente de devoluciones de compras genera un grave problema ambiental. Crédito: AP
Conforme llega el fin de la temporada navideña, hay un problema grave que afecta a las finanzas de compradores, oferentes y sobre todo al medio ambiente: La creciente ola de devoluciones. De acuerdo con la Federación Nacional de Minoristas, un 17% de las compras terminarán siendo devueltas este año y, en muchas ocasiones, en un vertedero, aumentando significativamente su huella de carbono y afectando el compromiso de sustentabilidad de las empresas.
Para atender el problema, cada vez más minoristas aumentaron sus plazos de devolución y contrataron un número mayor de personal para atender a los clientes que desean devolver sus regalos este año.
¿Por qué los regalos navideños ya no generan ilusión?
Hasta hace unos años, la principal ilusión era la incertidumbre. Pero actualmente comprar algo que le guste a otra persona resulta mucho más complicado. Las compras en línea tienen las tasas de devolución más altas porque cada vez es más difícil satisfacer los gustos del receptor: desde la talla y el color adecuados, hasta el diseño y el objeto a regalar.
“La ropa y el calzado tienen las mayores tasas de devolución, debido a que el ajuste es un criterio tan importante”, dijo Saskia van Gendt, directora de sostenibilidad de Blue Yonder a The Associated Press.
Esta empresa que vende software para mejorar la gestión de la cadena de suministro de las empresas, advirtió que un volumen tan alto de devoluciones tiene un grave costo ambiental, pero los consumidores y las empresas están haciendo mucho para minimizarlo.
Si una empresa vende algo, probablemente esté empaquetado en plástico. El plástico se fabrica a partir del petróleo, y su producción genera emisiones que calientan el planeta. Además, si el artículo se compra en línea, se carga en un avión, un tren o un camión que generalmente utiliza combustible a base de petróleo. Cuando el producto se devuelve, vuelve a pasar por este proceso, duplicando su huella de carbono.
Una vez que estos productos regresan al minorista, pueden ser enviados a un reacondicionador, liquidador, reciclador o finalmente a un vertedero. Pero todos esos pasos requieren más viajes, embalaje y energía, lo que a la larga se traduce en más emisiones. Y aumento en los costos.
Joseph Sarkis, profesor de gestión de la cadena de suministro en el Instituto Politécnico de Worcester, estima que devolver un artículo aumenta su impacto en el planeta entre 25 y 30%. Además, cerca de un un tercio de las veces, esas devoluciones no llegan a otro consumidor, ya que, con frecuencia, no vale la pena revenderlas.
Por ejemplo, si devuelves un teléfono, porque no te gustó el color, el vendedor tiene que pagar el combustible y el equipo para recuperarlo. Luego tiene que pagar una evaluación para determinar si ha sufrido daños desde que salió de las instalaciones.
“Puede ser bastante caro”, dijo Sarkis. “Y si se lo envías a un cliente nuevo y el teléfono no funciona bien, imagina el impacto en tu reputación. Recibirás otra devolución y perderás un cliente insatisfecho con el producto o el material. Por eso, las empresas dudan en correr ese riesgo”.
Si bien un teléfono podría venderse en un mercado de segunda mano o de reacondicionamiento, qué pasa con una espátula de silicona de $6 Probablemente no valga la pena. También productos como un traje de baño o un sostén, son menos atractivas para los clientes en una reventa. Esto provoca que los costos de las devoluciones vayan más allá de lo ambiental, y los consumidores terminan pagando.
“La renovación, la inspección, el reembalaje, todos estos factores se tienen en cuenta en el precio minorista”, dijo Christopher Faires, profesor adjunto de logística y gestión de la cadena de suministro en la Universidad del Sur de Georgia.
¿Cómo puedes ayudar al planeta con las devoluciones de compras en línea?
Si deseas reducir el impacto de tus devoluciones, el primer paso es aumentar la posibilidad de una reventa. Cuida de no dañarlo y reutiliza el embalaje para devolverlo, afirmó Danni Zhang, profesor de logística y gestión de operaciones de la Universidad de Cardiff.
Si tienes que devolver algo, hazlo rápido: Un horrible suéter navideño tiene muchas más posibilidades de venderse el 20 de diciembre que el 5 de enero. Zhang dice que no vale la pena intentar reacomodarlo a la venta una vez que ya no es temporada.
Otro consejo es comprar en persona en lugar de hacerlo en línea porque las compras se devuelven con menos frecuencia. Las devoluciones en persona también son mejores, ya que esos artículos se revenden con más frecuencia. Esto reduce el envío de residuos a os vertederos.
Por su parte, Sarkis explicó que reduce las emisiones porque las empresas con tiendas físicas repartidas por todo el país y más cerca de los consumidores, por lo tanto, desplazan los productos reabastecidos distancias más cortas. “Si puedo volver a la tienda, sin duda lo haré”, dijo Zhang. “Los gerentes pueden volver a poner esos productos en el mercado lo antes posible”.
Obviamente, la mejor opción es minimizar las devoluciones. Muchos compradores optan por el “bracketing”, es decir, compran varias tallas del mismo artículo, se quedan con lo que les queda y devuelven el resto. “Esta conducta de traer el vestidor a nuestras casas no es sostenible”, afirmó Faires.
Si compras para otra persona, también puedes intentar eliminar las conjeturas y optar por una tarjeta de regalo: “Sé que realmente queremos comprar algo bonito para expresar nuestro cariño a nuestros amigos o familiares. Pero si somos más sostenibles, probablemente la tarjeta de regalo será mucho mejor que simplemente comprar el producto”, dijo Zhang.
¿Qué pueden hacer las empresas al respecto?
Sarkis quiere que las empresas proporcionen más información en las descripciones de los productos sobre el impacto ambiental de devolver un artículo o qué porcentaje del precio de compra se incluye en los costos de devolución.
Sarkis y Zhang afirman que cobrar por las devoluciones sería útil. Amazon ya exige a los clientes pagar en ciertas situaciones.
La ropa es la que se devuelve con mayor frecuencia. Zhang afirmó que una mejor selección de tallas podría ayudar a reducir la necesidad de devoluciones. Además, Sarkis añadió que más programas de imágenes 3D y realidad virtual podrían ayudar a los clientes a ser más precisos con sus compras, lo que les ahorraría algunas devoluciones.
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