Por qué el azúcar en exceso aumenta la producción de grasa en tu cuerpo
El azúcar metabolizada que no logre utilizarse como energía en la actividad orgánica y física, se convertirá en grasa y se acumulará en el cuerpo, incrementando así nuestro peso corporal.
La glucosa es un azúcar de composición simple (monosacárido) que entra en el organismo a través de los alimentos. Es la principal fuente de energía necesaria para asegurar el buen funcionamiento de las células del organismo. No obstante, la cantidad de energía que no es aprovechada por la actividad orgánica, queda reservada como grasa, que el cuerpo podrá quemar cuando no obtenga energía a través de los alimentos. Es por ésto que el exceso de azúcar puede desembocar en ganancia de peso.
De alguna manera, se podría decir que la glucosa es para el cuerpo humano como la gasolina para un coche, ya que aporta la energía suficiente para desarrollar con normalidad la actividad diaria. El incremento de peso relacionado con la ingesta excesiva de azúcar no es sano dado que involucra el aumento del porcentaje de grasa corporal, esto como consecuencia de que el porcentaje de azúcar (en forma de energía) que el cuerpo no aprovecha para sí mismo lo que acumulará como reserva en forma de grasa.
La investigación
Un estudio reciente publicado por el Journal of Heatology, intentó establecer cómo el consumo moderado de azúcares puede fomentar cambios en el metabolismo humano, específicamente la producción de grasa, y cómo ésto podía desencadenar enfermedades.
La investigación realizada por miembros de la Universidad de Zurich tuvo como participantes a 94 hombres sanos. Durante 7 semanas, ellos consumieron 1 bebida al día que estuvo endulzada previamente con fructuosa, glucosa o sacarosa.
Seguidamente, los investigadores analizaron el efecto de las bebidas azucaradas en el metabolismo de los lipidos. Los resultados arrojaron que el consumo regular de azúcar, incluso en cantidades moderadas, duplica la producción de grasa en el hígado.
En concreto, el incremento de la producción de grasa fue superior en el grupo de personas que absorbieron fructuosa que el de personas que bebieron bebidas con glucosa.
Por su parte, la producción de grasa en las personas que consumieron bebidas con sacarosa solo fue un poco superior en comparación al de las personas que absorbieron fructuosa, cosa que sorprendió a los investigadores.
Philip Gerber, el autor principal del estudio, indica que la producción de grasa hiperactiva continúa durante un periodo de tiempo más extenso al de las 7 semanas del estudio, incluso cuando no se consume azúcar.
La relación entre azúcar y grasa en el cuerpo humano
En última instancia, la glucosa es quizá el combustible más importante que tiene el cuerpo humano porque, cuando se metaboliza, se convierte en energía que es aprovechada principalmente por los músculos.
Lo anterior se manifiesta especialmente en los momentos posteriores al ejercicio físico, cuando los músculos hacen uso de la glucosa disponible para tener energía suficiente para la realización de la rutina física. Después de ella, es común tener un antojo por algo dulce.
Es por lo anterior que no es recomendable excederse con el consumo de azúcar, especialmente si no se realiza la actividad física suficiente para quemar toda esa energía.
Vale recordar que la OMS, la máxima autoridad de salud a nivel mundial, recomienda limitar la ingesta de azúcar a 25 gramos por día, una cantidad con la cual no se corre el riesgo de que la glucosa se convierta en grasa al quedar acumulada en el cuerpo.
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