Obesidad y sobrepeso: un estudio de los CDC indica que casi un 36% de los latinos en Estados Unidos padece estas afecciones
El sobrepeso y la obesidad son los principales contribuyentes a muchas causas de muerte prevenibles. Se estima que la población latina es especialmente susceptible a este serio problema de salud, que es causa directa de numerosas enfermedades crónicas. Descubre los alarmantes datos al respecto
La obesidad es considerada una epidemia de salud a nivel mundial. Se trata de una de las enfermedades más recurrentes en la sociedad moderna occidental y es la causa directa de otras numerosas afecciones crónicas que se relacionan con la salud física y mental. No es ningún secreto decir que se relaciona directamente con la alimentación y el estilo de vida de las personas, dentro de los cuales se incluyen de manera sobresaliente diversos aspectos culturales. Llama de manera peculiar la atención la comunidad latina que radica en los Estados Unidos, sobre todo teniendo en cuenta que cerca del 55% de la población estadounidense es obesa. Por otro lado se sabe que la población hispana ocupa el segundo lugar en la lista entre las tasas más altas de obesidad en el mundo: más del 60% de los hispanos tienen sobrepeso o son obesos, de hecho de este porcentaje se sabe que más de la mitad son obesos, para ser precisos un poco más del 36%.
Lo cierto es que la información no deja de sorprendernos y de alarmarnos, no es ningún secreto decir que la obesidad es el origen muchas enfermedades crónicas que acortan la esperanza de vida muy significativamente. Ambas condiciones de dan cuando existe una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo y por obvias razones esto se presentan con el aumento del peso corporal. Y pueden ser médicamente detectadas a través del índice de masa corporal (IM), con sencillos parámetros fácilmente medibles: cuando es superior a 25 se considera sobrepeso y más de 30 es obesidad.
Si bien actualmente se están tomando cada vez más medidas para combatir la obesidad, sobre todo en los niños y adolescentes, existen muchos factores con los que aún hay que luchar. Por ejemplo, algunas madres latinas creen que entre mas robustos sean sus bebés, más saludables son y sin lugar a dudas se trata de un mito mortal que los médicos, investigadores y profesionales de salud pública están tratando de disipar a través de estudios científicos, hechos, educación y mucha investigación. También no podemos dejar a un lado el excesivo consumo de alimentos ultraprocesados, refrescos y de comidas rápidas, aún con toda la información circundante existen muchas personas que siguen sin lograr consumir las suficientes frutas y verduras.
Existen algunos otros datos de la comunidad hispana que resultan peculiarmente preocupantes:
– Entre las mujeres hispanoamericanas, el 78,8% tiene sobrepeso u obesidad, en comparación con el 64% de las mujeres blancas no hispanas.
– En 2018, los hispanoamericanos tenían 1.2 veces más probabilidades de ser obesos que los blancos no hispanos. Se trata de una condición recurrente en cerca del 50% de los hombres de más de 30 años, además la obesidad se relaciona con un aumento en los casos de problemas cardiovasculares e hipertensión en los hombres.
– En 2018, las mujeres hispanas tenían un 20% más de probabilidades de tener sobrepeso en comparación con las mujeres blancas no hispanas.
– En 2017, los estudiantes hispanos de secundaria tenían un 50% más de probabilidades de ser obesos en comparación con los jóvenes blancos no hispanos.
– A la fecha se estima que cerca del 27% de los niños latinos no tienen seguro médico. Un dato bastante duro teniendo en cuenta que en la última década la tasa de obesidad se ha duplicado entre los jóvenes hispanos, y los adolescentes hispanos tienen el doble de probabilidades que sus homólogos blancos de tener sobrepeso. Además los niños menores de 15 años ocupan el primer lugar entre todos los grupos.
Cabe mencionar que el sobrepeso y la obesidad son los principales contribuyentes de muchas causas de muerte prevenibles. También son uno de los principales factores de riesgo para desarrollar presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, enfermedades de la vesícula biliar, artritis, trastornos del sueño y de salud emocional, problemas respiratorios y ciertos tipos de cánceres.
Existe un artículo bastante interesante al respecto escrito por Greg Critser, titulado: “Déjelos comer grasa”, en el cual se examina cómo ciertas cadenas de comida rápida ubican estratégicamente sus restaurantes en ciertas áreas y comunidades. Este tipo de acciones son fríamente calculadas (sobre todo en las comunidades latinas) y se derivan en un considerable aumento en el consumo de alimentos con un alto aporte calórico, contenido en grasas, sodio, harinas refinadas y todo tipo de aditivos. No podemos negar que esas comunidades se encuentran generalmente en áreas de bajos ingresos y bajos salarios, por lo tanto debido a los bajos precios y los menús accesibles, las personas de bajos ingresos pueden disfrutar de su comida.
Por último y no menos importante no podemos dejar de mencionar que culturalmente los latinos están acostumbrados a comer mucho más de la cuenta y no siempre tan equilibrado. Se ha comprobado que los latinos también consumen un poco menos de cuatro porciones de frutas y verduras por día, casi un tercio de los latinos comen dos o menos porciones de frutas y verduras al día. Además se cuenta con datos liberados en una encuesta reciente, en la cual el 80% de los latinos dicen que las frutas y verduras son difíciles de comprar en los restaurantes de comida rápida, mientras que dos tercios informan que es difícil conseguir frutas y verduras en el trabajo. Otro 40% señala que las frutas y verduras son demasiado caras. Si bien no podemos descartar que la mayoría de los latinos siguen dietas ricas en fibra (por los cereales y legumbres), también tienen dietas altas en grasas y es cierto que les hace falta integrar abundantes frutas y verduras para equilibrar la cantidad de calorías que ingieren.
Finalmente este tipo de hallazgos y datos duros llegan como una invitación a crear estrategias de salud más accesibles, que fomenten una alimentación integral y saludable, en quienes más lo necesitan.
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