Artritis: cómo ayuda el yogurt a reducir la inflamación y contrarrestar los síntomas
Un reciente estudio encabezado por la Universidad de Stanford, comprobó que el consumo de alimentos fermentados en específico yogurt es una magnífica adición dietética que reduce significativamente los marcadores de inflamación que sustentan la artritis reumatoide
La artritis es considerada la principal causa de discapacidad en Estados Unidos, se estima que más de 50 millones de estadounidenses la padecen en diferentes grados de intensidad que van de leves a graves. Es una de las enfermedades degenerativas asociadas con la edad más comunes, se presenta con síntomas como la hinchazón y sensibilidad de una o más articulaciones, sin embargo una de las variantes más recurrentes es la artritis reumatoide que es una forma inflamatoria de artritis que puede resultar muy debilitante. Por fortuna se ha demostrado que la dieta es un factor que juega un papel determinante en la prevención y control, de manera específica los alimentos antiinflamatorios serán el mejor aliado. Tal es el caso del yogurt, el cual se ha posicionado como un bocadillo accesible y nutritivo que reduce significativamente los marcadores de inflamación que sustentan la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide es una afección a largo plazo que causa dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones. De manera específica se sabe que las personas que padecen artritis reumatoide, su sistema inmunológico envía por error anticuerpos al revestimiento de las articulaciones y estos atacan el tejido que rodea la articulación. De acuerdo con un reciente estudio esta inflamación se puede reducir haciendo intervenciones dietéticas saludables, los investigadores de la Universidad de Stanford han descubierto un hallazgo clave: comer yogurt puede ayudar a contrarrestar la artritis. El estudio encontró que los alimentos fermentados son un gran aliado para disminuir los síntomas relacionados con la artritis, de manera contundente el yogurt se asocia con beneficios para estimular las bacterias intestinales buenas y es un gran aliado para disminuir la inflamación, un factor clave de la artritis.
Los autores del estudio notaron que comer alimentos fermentados y yogurt diariamente, es un hábito que conduce a un aumento en la diversidad microbiana general en el intestino. Además se asociaron efectos más potentes en un consumo recurrente y de porciones más grandes. Los hallazgos fueron de lo más relevantes: los niveles de 19 proteínas inflamatorias, que son marcadores de inflamación, también disminuyeron. De manera específica se sabe que una de estas proteínas inflamatorias llamada interleucina 6, está relacionada con enfermedades crónicas como la artritis reumatoide y la diabetes tipo 2.
De acuerdo con declaraciones del autor principal del estudio Justin Sonnenburg, profesor de microbiología e inmunología en Stanford se trata de un hallazgo sorprendente: “Proporciona uno de los primeros ejemplos de cómo un simple cambio en la dieta puede remodelar de manera reproducible la microbiota en un grupo de adultos sanos”. Y con ello es posible combatir la inflamación.
Para recopilar sus hallazgos, los investigadores compararon los efectos de las dietas de alimentos ricos en fibra y fermentados. Para mayor contexto: los alimentos fermentados son alimentos o bebidas producidos a través del crecimiento microbiano controlado y la conversión de los componentes de los alimentos a través de la acción enzimática. Mientras que los alimentos ricos en fibra se encuentran principalmente en frutas, vegetales, cereales integrales, semillas y legumbres. Ambos juegan un papel importantísimo en la salud, sobre todo intestinal, sin embargo al comparar sus efectos en los niveles inflamatorios se comprobó lo siguiente: si bien las dietas ricas en fibra se asocian con un vínculo con tasas más bajas de mortalidad, ninguna de las 19 proteínas inflamatorias disminuyó en los participantes que consumían una dieta rica en fibra. Además en promedio, la diversidad de los microbios intestinales no cambió para los consumidores de mucha fibra.
“Esperábamos que el alto contenido de fibra tuviera un efecto beneficioso más universal y aumentara la diversidad de la microbiota”, explicó la Dra. Erica Sonnenburg, investigadora científica en ciencias biológicas básicas, microbiología e inmunología en Stanford. Sin embargo los datos sugieren que el aumento de la ingesta de fibra por sí solo durante un período corto de tiempo no es suficiente para aumentar la diversidad de la microbiota.
Finalmente el objetivo principal del estudio era comprobar si los alimentos benéficos para la microbiota intestinal, pueden ser una vía para combatir el abrumador aumento de enfermedades inflamatorias crónicas. De tal modo que como parte del estudio, los investigadores analizaron muestras de sangre y heces recolectadas durante un período previo al ensayo de tres semanas, las 10 semanas de la dieta y un período de cuatro semanas después de la dieta cuando los participantes comieron como quisieron ¿Los resultados? Aquellos que aumentaron su consumo de alimentos fermentados y en especial de yogurt mostraron efectos similares en la diversidad de su microbioma y marcadores inflamatorios. Estos hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores que muestran que cambios a corto plazo en la dieta podrían cambiar el microbioma intestinal. Lo cual es una señal contundente sobre cómo a través de la alimentación es posible atacar la inflamación y combatir todo tipo de afecciones degenerativas.
Complementario a ello y como recomendación general los investigares finalizaron el estudio enfatizando sobre algunos consejos adicionales para controlar la artritis, entre los que se destacó el aumento de la actividad física. Ya que mejora el rango de movimiento y movilidad articular, aumentar la fuerza muscular, reduce la rigidez y aumente la energía. También es importante vigilar otros aspectos de la alimentación: incluir abundantes frutas, vegetales, legumbres, especias, semillas, frutos secos, cereales integrales y probióticos. Brillan por sus beneficios para reducir el dolor y la inflamación.
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