“No renuncio porque debo salvar a la precaria Nueva York”: Cuomo y De Blasio retoman batalla verbal; alcalde sugiere que aspirará a la gobernación
De Blasio y Cuomo nunca han ocultado sus diferencias y ahora las afilan para tratar de voltear sus cuestionados perfiles
Andrew Cuomo y Bill de Blasio, los dos Demócratas de más poder ejecutivo en la región siendo gobernador y alcalde de Nueva York, retomaron esta semana su batalla verbal, lanzándose dardos a través de la prensa.
Nunca han ocultado sus diferencias y ahora las están usando para tratar de voltear su imagen ante el electorado. De hecho, el alcalde De Blasio incluso sugirió hoy que podría lanzarse a la gobernación en las elecciones de 2022, sin dar detalles. “El futuro se cuidará solo”, dijo, citado por New York Post.
Esta semana el impopular alcalde que participó fugazmente en las primarias presidencia en 2019 no ha perdido oportunidad de cuestionar al otrora aplaudido gobernador. Mientras Cuomo, actualmente herido por pedidos de renuncia o destitución, se hunde en las encuestas por tres recientes denuncias de acoso sexual y el resurgimiento de las pesquisas por las muertes masivas en ancianatos.
“Está diciendo: ‘Oh, estaba bromeando’. ¡El acoso sexual no es gracioso!”, cuestionó el alcalde las excusas de Cuomo durante una entrevista el lunes en el programa de radio Hot 97. “Eso confirma aún más una mentalidad de otra época que hemos dejado atrás”, insistió De Blasio.
Horas después, el alcalde volvió a criticar a Cuomo, al definirlo como una persona arrogante que le gusta amenazar más allá de los límites, incluso en el rudo mundo de la política. “Hablo con (el senador de NY) Chuck Schumer todo el tiempo, hablo con (la líder del Congreso) Nancy Pelosi… He hablado con presidentes de Estados Unidos. Nadie actúa así”, se quejó De Blasio en NY1 News.
Ayer fue el turno de Cuomo, al reaparecer tras varios días sin dar la cara. Además de reiterar sus disculpas a las denunciantes y de ratificar que no renunciará al cargo, el gobernador retomó sus viejas críticas a la cuestionada gestión de De Blasio e incluso las citó como razones para afianzarse en el poder.
Cuando los periodistas lo presionaron sobre su capacidad para completar el presupuesto del estado, que vence a fines de mes, el gobernador dijo que no renunciaría porque queda mucho trabajo por hacer, una lista de deberes que incluye, afirmó, salvar NYC.
“La ciudad de Nueva York… se encuentra en una situación muy precaria. Es tambaleante, para usar una palabra. La delincuencia ha aumentado, la falta de vivienda ha aumentado, muchas personas se han ido”, enumeró Cuomo, refiriéndose a problemas que NYC ha estado padeciendo en los últimos años, agravados por la pandemia del coronavirus.
“Tenemos que hacer que la ciudad de Nueva York vuelva a funcionar y sea segura y viable de nuevo, y tenemos que hacerlo rápidamente”, insistió.
En referencia a las primarias Demócratas, Cuomo luego afirmó que NYC “tendrá un nuevo alcalde que se seleccionará básicamente en junio” y “ese trabajo”, de rescatar a la ciudad de Nueva York, “tiene que empezar de inmediato”, citó New York Post.
Sin sorpresas, De Blasio reaccionó hoy diciendo que detrás de las críticas de Cuomo a su gestión “El motivo oculto es que no quiere hablar sobre el escándalo del asilo de ancianos, el encubrimiento de los hechos con los asilos de ancianos, no quiere hablar con las familias que perdieron a sus seres queridos (…) “No quiere hablar de las tres mujeres que lo acusaron de acoso sexual. Eso es lo que realmente está pasando aquí”.
De Blasio ha sido alcalde por dos períodos desde 2014 y abandonará el cargo el próximo 1 de enero. Cuomo llegó al poder en 2011, suma ya tres lapsos y, en teoría, gobernará hasta enero de 2023. Pero antes de los recientes escándalos había dicho que buscaría otra reelección por cuatro años más.
En los últimos años, en varias oportunidades le sugirieron a Cuomo que destituyera a De Blasio, en medio de la crisis creciente en NYC y su supuesta incompetencia y ausencias del despacho. Irónicamente, ahora el otrora popular gobernador podría salir del poder antes que el alcalde.