Está comprobado: Las personas que siguen una dieta vegetariana presentan biomarcadores más saludables que quienes comen carne
Una prueba más sobre cómo la dieta influye fuertemente en la salud. Un reciente estudio encabezado por la Universidad de Glasgow, reveló que seguir una dieta vegetariana reduce considerablemente los niveles alterados de biomarcadores que se asocian con la mayoría de las enfermedades crónicas
Seguir una dieta basada en plantas va más allá de una moda: es la manera más sostenible de vivir mejor, prevenir enfermedades, mejorar la calidad de vida, bajar de peso y proteger al medio ambiente. Con base en ello cada día más personas se muestran interesadas en unirse a una alimentación vegetariana y tenemos muy buenas noticias, según investigadores del Reino Unido han descubierto que los vegetarianos tienen mejores indicadores de salud (llamados biomarcadores) que las personas que comen carne.
Estos hallazgos son bastante recientes y fueron presentados en el Congreso Europeo de Obesidad (ECO) que ha tenido lugar esta semana. Un nuevo estudio observacional realizado con la participación de más de 177,000 adultos británicos, llegó para sumarse a las crecientes bondades medicinales que se relacionan con las dietas basadas en plantas. Cabe mencionar que el estudio aplicó a personas de cualquier edad y peso, y no se vio afectado por el consumo de tabaco y alcohol.
¿Cuáles fueron los biomarcadores utilizados?
El término “fuente confiable de biomarcador” es una combinación de dos palabras: marcador biológico, se trata de una colección de signos médicos que se pueden medir con precisión. Los biomarcadores pueden indicar efectos buenos o malos para la salud, enfermedades cardiovasculares y relacionadas con la edad y otras afecciones crónicas. También se utilizan ampliamente para evaluar los efectos de la dieta en la salud.
Con base en lo anterior, el objetivo principal del estudio fue descubrir si las elecciones dietéticas pueden cambiar los niveles de biomarcadores de enfermedades en la sangre y la orina. Para ello los investigadores de la Universidad de Glasgow realizaron un estudio que analizó los datos de 177.723 participantes sanos, todos en un rango de edad entre los 37-73 años ¿Lo impresionante? Durante los últimos 5 años no informaron cambios importantes en sus dietas.
Además el estudio reveló información muy valiosa y comprobó que los vegetarianos presentan un riesgo significativamente reducido de enfermedad cardíaca y cáncer. No en vano hoy en día las opciones dietéticas vegetarianas en productos y proyectos gastronómicos, se han vuelto bastante populares. Con el objetivo de abordar más a profundidad la temática, los investigadores utilizaron uno de los estudios más extensos disponibles y compararon un extenso panel de biomarcadores relacionados con la salud de personas vegetarianas y carnívoras, durante los últimos 5 años.
De manera específica el grupo de científicos encontró que los vegetarianos tenían niveles significativamente más bajos en 13 biomarcadores, que sirven como referencia para detectar numerosas enfermedades degenerativas. Los vegetarianos tenían concentraciones más bajas de colesterol total, tanto el colesterol LDL (malo) como el colesterol HDL (bueno), así como ciertos marcadores de la función hepática, entre otros. También hubo un hallazgo que podría ser negativo, los participantes vegetarianos tenían niveles más altos de triglicéridos y una proteína llamada cistatina C, lo que puede indicar una disminución de la función renal.
Como parte de las revelaciones más importantes el Dr. Celis-Morales autor del estudio, afirmo que no se espera que las personas renuncien por completo a la carne de inmediato. De hecho no es fácil dejar de consumirla, cuando se ha estado comiendo por mucho tiempo; un objetivo sostenible es reducir la ingesta y reemplazarla con otras opciones saludables como el pescado azul, que es una grandiosa fuente de proteínas de alto valor biológico, omega-3 y otros nutrientes esenciales.
Este tipo de estudios llegaron para comprobarnos la gran influencia que tiene la dieta en la salud general. Finalmente muchas de las enfermedades crónicas más recurrentes como la presión arterial alta, la diabetes, las enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cánceres están fuertemente asociadas con los hábitos alimentarios. Con base en ello cada día contamos con más referencias que avalan cómo limitar la carne (especialmente la carne roja), tiene múltiples beneficios para la salud. Además de ser un hábito beneficioso para la salud del corazón, una dieta sin carne puede contribuir a una pérdida de peso saludable e incluso reducir el riesgo de cáncer de colon. A largo plazo comer menos carne, también mejora los niveles de energía, el funcionamiento cognitivo, el rendimiento físico y mental, el estado de ánimo y los trastornos del sueño. Una buena opción es empezar por planear los menús semanales comiendo carne dos veces por semana, lo mejor de todo es que hoy en día tenemos una amplia gama de productos y recetas que nos invitan a explorar la inmensa creatividad de la dieta vegetariana.
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