Estos son algunos de los efectos secundarios de volverte vegano, según la ciencia

Las inmensas bondades de seguir un estilo de alimentación vegana, son de conocimiento popular. Sin embargo, al tratarse de un esquema más restrictivo es de suma importancia considerar las posibles deficiencias nutricionales y efectos secundarios

Con la preparación adecuada, una dieta vegana puede ser buena para la salud humana.

Con la preparación adecuada, una dieta vegana puede ser buena para la salud humana. Crédito: Ella Olsson | Pexels

Es innegable que el estilo de alimentación vegano está pasando por un momento candente. Sin embargo este tipo de alimentación va más allá de una moda, se ha comprobado que es una de las mejores alternativas para potenciar la salud, prevenir enfermedades y vivir por más tiempo. Además es la tendencias más amigable con el medio ambiente. Si bien su lista de bondades es larga y es una alimentación que beneficia significativamente la salud física, mental y emocional, no podemos olvidar que se trata de un tipo de dieta más restrictiva. Con ello es normal presentar algunas consecuencias y la principal es el riesgo de perderse de varias vitaminas y minerales clave. Además en algunos casos se podría experimentar un aumento de peso, si se cae en la trampa de comer productos veganos procesados, que se caracterizan por su alto contenido en carbohidratos y calorías.
Por fortuna con la adecuada información e investigación, es muy posible iniciarse en el estilo de vida vegano con éxito y sin poner en riesgo nuestra salud. Con base en ello nos dimos a la tarea de seleccionar cuatro de los efectos negativos más característicos, sin lugar a dudas será de utilidad tenerlos en cuenta.

1. Mayor riesgo de deficiencia de vitamina B12

No es ninguna sorpresa decir que uno de los principales efectos secundarios de seguir una dieta vegana, es la deficiencia de vitamina B12. Se trata de un nutriente esencial para que el organismo tenga energía e incluso juega un papel en la generación de ADN y glóbulos rojos, es indispensable obtenerla a través de los alimentos. Lo que sucede con las dietas veganas estrictas, es que evitan el consumo de lácteos, el pescado y la carne, que son una de las fuentes de alimentos más ricos en vitamina B12 ¡Todos de origen animal! Además cabe mencionar que la mayoría de los alimentos de origen vegetal no contienen vitamina B12. Su deficiencia deteriora la salud y se relaciona con un mayor riesgo de neuritis, nervios inflamados que se encuentran fuera de la médula espinal y el cerebro. Entre los principales síntomas de esta condición se encuentran: debilidad muscular, dolor punzante y, en casos graves, parálisis del área afectada. La recomendación para seguir una dieta vegana y evitar esta deficiencia, es consumir suplementos de vitamina B. 

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Consumo de vitaminas./Foto: Shutterstock

2. Mayor riesgo de alteraciones hormonales

Es bien sabido que los veganos y vegetarianos tienen que suplir el consumo de proteínas de origen animal, si bien se cuenta con extraordinarias alternativas vegetales: el tofu es la opción más utilizada, sobre todo como sustituto de la carne roja. Los alimentos a base de soja, como es el caso de los edamames, el tempeh, el tofu y la leche o el yogurt de soja sin azúcar, se procesan mínimamente, lo que significa que están cargados de vitaminas y minerales. Sin embargo, es fundamental tener mucho cuidado con los productos procesados ​​a base de soja, como las barras energéticas, las proteínas en polvo y la leche de soja y el yogurt endulzados ¿La razón? Se suelen relacionar con  alteraciones en las hormonas del cuerpo femenino debido a su alta concentración de isoflavonas (un tipo de estrógeno vegetal, también conocidos como fitoestrógenos). Las dosis altas de soja pueden causar problemas de infertilidad debido a sus fuertes efectos anti-estrógenos, sin embargo es poco probable ya que es necesario consumir muchas cantidades para que esto suceda. Por lo tanto siempre y cuando no te excedas y bases la dieta en este tipo de productos, no habrá gran problema.

Tofu./Foto: Shutterstock

3. Mayor probabilidad de ingerir metales tóxicos

Quienes consumen una mayor cantidad de proteína de soja que quienes se identifican como vegetarianos u omnívoros. Si bien es cierto que los alimentos a base de soja, son nutritivos, muy ricos en proteínas y un gran aliado de la salud intestinal; pueden contener un tipo de metal pesado tóxico llamado cadmio. Para mayor contexto: Se cuenta con un estudio realizado en 2011, en el cual se encontró que las personas que consumían productos de tofu mostraban mayor concentración de cadmio en las muestras de orina en comparación con las que no consumían ninguno. Lo importante es saber que los efectos del cadmio sobre la salud son devastadores, ya que es muy tóxico para los riñones y puede causar enfermedades renales o hacer que los huesos se debiliten. Una buena alternativa es apostar por otras fuentes de proteínas de origen vegetal como las lentejas, quinoa, frijoles y avena. 

Soja./Foto: Shutterstock

4. Riesgo de deficiencia de hierro

Existen opiniones encontradas sobre los riesgos de deficiencia de hierro en la población vegana. Por una parte es importante mencionar que varios alimentos no veganos, son considerados como las mejores y más comunes fuentes de hierro en la población general: huevos, pescados grasos y carnes rojas. Sin embargo apostar por una dieta vegana bien pensada que se caracterice por el buen equilibrio en productos ricos en hierro de origen vegetal ¡es la solución perfecta! Incluye alimentos como las espinacas, semillas de calabaza, legumbres, brócoli, tofu y productos derivados de la soja, y frutos secos. La clave es asegurarse de obtener una cantidad suficiente de estos alimentos de manera regular, para mantener los niveles de hierro bajo control.

Hierro. /Foto: Shutterstock

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