Jefe policial de Texas admitió errores tras inacción de las autoridades al responder al tiroteo de Uvalde

El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, admitió este viernes que la policía cometió errores clave al responder al tiroteo en la ciudad de Uvalde, donde 21 personas murieron, incluyendo 19 niños, en la Escuela Primaria Robb.

Los funcionarios policiales no actuaron antes para detener al pistolero de 18 años identificado como Salvador Ramos, debido a que un oficial supervisor del lugar quiso esperar refuerzos. Cuando un equipo especializado de oficiales llegó e ingresó a la escuela, tuvieron que hallar las llaves del conserje para abrir las puertas cerradas de las aulas, y pasó más de una hora desde que el tirador llegó a la escuela, señaló McCraw.

“Por su puesto que no fue la decisión correcta”, admitió McCraw. “Fue la decisión equivocada. Cuando se trata de un tirador activo, no tienes que esperar por el equipo táctico, simple y llanamente”, reseñó Texas Tribune.

Sobre los detalles del tiroteo, McCraw reveló que el hombre armado ingresó a la escuela por una puerta trasera que cinco minutos antes fue abierta por un maestro. Detalló además las desgarradoras llamadas al 911 de maestros y estudiantes atrapados dentro con el pistolero, incluida una que se hizo una hora después de que el tirador ingresara a la escuela, cuando un estudiante llamó rogando al operador que enviaran a la policía de inmediato.

La primera llamada recibida por la policía de Uvalde fue alrededor de las 11:20 a.m. del martes, cuando la abuela del pistolero llamó al 911 para informar que su nieto le disparó en la cara en su casa, que está a dos minutos de la Primaria Robb.

Seguidamente, el tirador huyó en la camioneta de su abuela, estrellándola en una zanja cerca de la escuela a las 11:28 a.m., y consigo llevaba 58 cargadores y 1,657 rondas de municiones, añadió McCraw.

Salvador Ramos baleó a dos transeúntes en la calle. Luego fue a la escuela, donde disparó al edificio desde afuera antes de ingresar a la 11:33 a.m. en la puerta trasera.

Al ingresar, el pistolero entró a un par de salones conectados, los 111 y 112, donde mató a los 19 niños y dos maestras, e hirió a 17. En los trágicos segundos, el sujeto disparó más de 100 rondas, y 186 rondas desde el instante en que chocó el vehículo de su abuela hasta el momento en que fue abatido, apuntó McCraw.

Los agentes llegaron rápidamente a la escuela y entraron dos minutos después que el pistolero. Sin embargo, retrocedieron luego de que el joven le disparara e hiriera a dos agentes. Aunque intentaron negociar con el tirador, el sujeto “no respondió”.

El comandante en el lugar trató la situación como un caso de “sospechoso bloqueado”, y pensó que los niños ya no estaban en riesgo, algo que McCraw calificó de “error”. Agregó el funcionario que en un momento habían hasta 19 oficiales en el pasillo fuera de las aulas donde el tirador encerró a los estudiantes y maestros.

En el espacio de una hora que le tomó a la policía poder entrar al aula y matar al pistolero, las llamadas al 911 desde los salones aumentaron. La primera se dio a las 12:03 p.m., y otra, desde el salón 112 a las 12:16 p.m. El estudiante le indicó al operador del 911 que hubo ocho o nueve estudiantes aún vivos en las aulas.

Durante la controversial conferencia de prensa, McCraw se vio visiblemente inquieto y ahogado cerca del final, apuntó Texas Tribune.

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