El Jefe de la Policía del distrito de Uvalde dice que ningún oficial dudó ponerse en riesgo para salvar a los niños

El Jefe de la Policía Escolar de Uvalde, Pete Arredondo, de 50 años, explicó por primera vez lo qué hizo cuando se encontraba al interior de la Escuela Primaria Robb mientras Salvador Ramos, de 18, disparaba indiscriminadamente a un grupo de alumnos y profesores.

En declaraciones al medio The Texas Tribune insistió al decir que: “Lo único que era importante para mí en este momento era salvar a tantos maestros y niños como fuera posible”.

Asimismo, aceptó que pasó más de una hora en el pasillo de la primaria, donde pidió equipo táctico, un francotirador y llaves para entrar al salón donde se encontraba el pistolero Salvador Ramos; Arredondo se mantuvo alejado de las puertas durante 40 minutos para evitar una ráfaga de disparos.

Sin embargo, cuando las llaves llegaron a sus manos, probó una docena de ellas, pero ninguna funcionó, hasta que le pasaron una llave maestra: “Cada vez que probé una llave, sólo estaba orando”.

Pese a sus oraciones, después de 77 minutos de haber iniciado la masacre, los oficiales pudieron abrir la puerta y dispararle fatalmente al pistolero, ya que según el oficial, la puerta del salón estaba reforzada con una fuerte jamba de acero, diseñada para evitar que un atacante en el exterior entrara a la fuerza, pero con Salvador Ramos dentro, resto capacidad a los oficiales para patear la puerta, derribarla y confrontar al pistolero.

“(En) mi mente (lo único que tenía) era llegar lo más rápido posible, eliminar cualquier amenaza y proteger a los estudiantes y al personal”, dijo a través de una entrevista al medio antes citado y en declaraciones proporcionadas a través de su abogado, George E. Hyde.

A pesar de que con su ayuda se logró la evacuación de 500 alumnos, Arredondo se encuentra bajo un intenso escrutinio, además, lo han llamado incompetente y ha enfrentado un sinfín de amenazas de muerte, lo que lo ha llevado a esconderse.

Mientras, los funcionarios federales y estatales intentan decidir qué salió mal y qué se podría aprender de este lamentable acontecimiento.

“Ningún oficial que respondió jamás dudó, ni por un momento, en ponerse en riesgo para salvar a los niños. Respondimos a la información que teníamos y tuvimos que adaptarnos a lo que fuera que enfrentáramos. Nuestro objetivo era salvar tantas vidas como pudiéramos, y la extracción de los estudiantes de las aulas por parte de todos los involucrados salvó a más de 500 de nuestros estudiantes y maestros de Uvalde antes de que obtuviéramos acceso al tirador y elimináramos la amenaza”, dijo Arredondo.

También aceptó que no se enteró de las llamadas que los menores estaban haciendo al 911 porque no tenía su radio consigo y que se había quedado en el pasillo porque otro oficial había tomado el control de la situación y que nunca imaginó que él era el comandante encargado de la escena.

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