Recuerda la mansión que Tina Turner tuvo en la Riviera Francesa
La exitosa cantante Tina Turner murió el pasado 24 de mayo, por lo que muchos se han encargado de recordar su trayectoria y, claro, algunas de las propiedades que tuvo en Estados Unidos y en Europa
Tina Turner vivió sus últimos años en Suiza. Crédito: Patrick Riviere | Getty Images
La cantante Tina Turner murió en Küsnacht, Suiza, ciudad donde se residenció junto a su esposo Erwin Bach. La reina del Rock & Roll dejó su vida en estados unidos al separarse de su primera pareja, el también músico Ike Turner.
Volvió a Estados Unidos solo para eventos y actividades especiales, pero no para vivir. A un lado dejó la mansión en Los Ángeles, California, donde vivió momentos terroríficos con su primer esposo, quien la maltrataba física y psicológicamente.
Aunque se quedó en Suiza, la estrella de la música invirtió en otras mansiones de Europa. Tras su muerte, la revista especializada ‘Architectural Digest’ ha recordado la mansión en la Riviera Francesa a la que Turner le gustaba ir para relajarse, estar con sus seres queridos y leer.
La revista entró a la casa de Turner en el año 2000. Para ese momento Turner ya vivía en Suiza, aunque no había comprado las impresionantes mansiones que tenía para el momento de su muerte. Se debe recordar que año y medio antes de su muerte pagó $76 millones de dólares por una mansión en Suiza.
Lo más sorprendente de la villa de la estrella en Francia era que no tenía nada que ver con el brillo y color de los escenarios. Todo el lugar es bastante neutro, incluso en la revista se dice que no había ni una sola prenda de lentejuelas en el vestidor de su habitación.
También se debe tomar en cuenta que esa propiedad era su residencia vacacional, el lugar al que iba a descansar y ver el mar.
Turner le dijo a ‘Architectural Digest’: “Mi trabajo es ruidoso, pero mi vida es tranquila. Necesito naturaleza y soledad, ellas me nutren. Mi idea de vacaciones es leer un libro en la terraza mientras mi novio nos prepara la cena”.
Entre la decoración sí se podría notar parte del arte chino que coleccionaba. La decoración del interior de la casa estuvo a cargo de los diseñadores Stephen Sills y James Huniford.
Turner compró esa villa por la tranquilidad que sentía al estar allí. La propiedad estaba construida en la cima de una colina, entre dos montañas. Podía vivir entre grandes árboles.
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