Reverendo Luis Cortés Jr., reconocido en aniversario 7 de BoricuActivated, pide atender a electorado boricua en Pennsylvania
Para el CEO de Esperanza, quien forma parte de la lista de los 25 Evangélicos Más Influyentes de Time, el voto boricua podría ser decisivo el 5 de noviembre
Nueva York – El reverendo Luis Cortés, Jr. recuerda sus anécdotas en Nueva York durante los años 70 cuando la bodega de su padre era centro de diversas conversaciones e intercambio comunitario.
Por, aproximadamente, 10 años, el boricua ayudó a su progenitor a operar “Luis Deli and Grocery”, negocio ubicado en la avenida Lexington entre la 107 y 108, en El Barrio (East Harlem, Manhattan).
“En la bodega, uno aprende de la psicología de nuestra gente, porque estás ahí y la gente entra y te habla de lo que quieren hablar, y es constante…, uno aprende de lo que están haciendo y con quién en la comunidad”, relató Cortés a El Diario.
En un término más popular, en la bodega siempre había algún “bochinche”, describió el entrevistado.
“Todos los problemas de la ciudad entraban en la bodega”, continuó.
Cortés fue interiorizando que el espacio no solo ayudaba a generar ingresos económicos sino conexión comunitaria a través de la comunicación.
Su padre también estaba consciente del alcance de su negocio. Este jocosamente se describía como el “siquiatra de cinco centavos” en referencia a las labores complementarias que debía asumir como propietario de la bodega.
El conocimiento que obtuvo durante ese periodo ayudando a su padre, Cortés se lo llevó hasta Philadephia, a donde se mudó en el 1981, ya como joven adulto, para ofrecer clases de Teología.
El religioso se había graduado de City College. Además obtuvo una maestría en Divinidad de Union Theological Seminary, afiliada a Columbia University, y una segunda maestría en Desarrollo Económico de Southern New Hampshire University.
Tras pasar algún tiempo en Pennsylvania, el boricua supo que estaba destinado a seguir ayudando a la comunidad, pero desde otros ámbitos.
Con esa idea en mente fue que fundó, en el 1986, Esperanza, una organización de base de fe que encabeza una red nacional evangélica en los Estados Unidos con programas para los latinos, incluyendo los puertorriqueños, relacionados con desarrollo de fuerza laboral, vivienda, migración y educación, entre otros.
“Yo siempre pensé que lo que estamos haciendo aquí lo iba a ser en Nueva York, porque los neoyorquinos somos así. Todo es Nueva York. Pero, cuando vine acá, la comunidad aquí necesitaba más que la comunidad puertorriqueña de Nueva York. La comunidad (en N.Y.) es más desarrollada cultural, económica y políticamente. En Nueva York, los políticos se pelean, pero para mayor poder, no para menos”, contrastó el líder religioso.
“Normalmente, nuestros jóvenes pierden y nuestra gente pierde porque están en un sistema que no los van a escoger porque no tienen poder”, reflexionó.
Los logros de Esperanza
Cortés buscaba crear instituciones que dieran visibilidad y “reglamento” a la cultura puertorriqueña y latina en general, y lo logró…
Actualmente, Esperanza cuenta con casi 700 empleados y mueve más de $80 millones de dólares anuales, según precisó el activista.
La organización opera Esperanza Academy Charter Schools (EACS), un sistema de enseñanza multi-escolar en Philadelphia.
Cortés y su equipo, además, levantaron Esperanza College of Eastern University (ECEU), campus afiliado a Eastern University y la única Institución Educativa al Servicio de los Hispanos (HSI) en el estado.
La organización también administra Esperanza Cyber Charter School (ECCS), institución virtual K-12 que provee una alternativa para estudiantes más allá del entorno tradicional.
Adicional, Esperanza maneja el programa EILS (Esperanza Immigration Legal Services) que brinda a migrantes servicios de asesoramiento legal a bajo costo y educación para obtener la ciudadanía.
Destrezas de abogacía para los jóvenes
Parte de los esfuerzos de la entidad también van dirigidos a formar a los jóvenes en destrezas que los ayuden a abogar por las necesidades de sus comunidades ante las autoridades en Washington D.C., y, en particular, en el Congreso federal.
Por todo lo anterior, Cortés fue reconocido el mes pasado por BoricuActivated, cuyo fin es amplificar la voz de los puertorriqueño donde, precisamente, se toman muchas de las decisiones: en la capital federal.
Junto a él fue reconocido el pintor, ilustrador y profesor puertorriqueño Antonio Martorell, en el marco del séptimo aniversario de la organización.
“Cuando cualquier organización de gente buena, que hacen cosas buenas, te reconoce, uno se siente bien, honrado. En este sentido, me sentí bien feliz. Conozco a BoricuActivated; hemos trabajado con ellos varios años, y poder estar con el maestro (Antonio) Martorell, eso fue un orgullo para mí…Yo lo que vi, cuando me enviaron la carta y la abrí, fue el nombre mío al lado del de Martorell”, describió Cortés quien reconoció directamente el trabajo de su fundadora Jennice Fuentes.
Fuentes, quien fungió como jefa de personal del exrepresentante demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, posteriormente se asoció con Esperanza para educar a jóvenes sobre cómo cabildear efectivamente ante legisladores federales.
“Ella me llama y me dice, ‘reverendo, tengo en mi corazón la idea de ayudar a jóvenes a entender este proceso, porque todavía como pueblo hispano no entendemos el proceso de cabildeo’. Ella me contaba que veía mucha gente que venía a la oficina a hablar con Luis Gutiérrez y no estaban preparados; se les trataba la lengua porque estaban con él en el salón, y yo quiero que eso no le pase a nuestro pueblo. Y ahí empezó una de las primeras escuelas que trabajó con Jennice y BoricuActivated. Nosotros la traemos todos los años a trabajar con nuestros niños…”, explicó.
La religión y la política
Para Cortés, la política y la religión no son antagonistas, debido a que muchos de los postulados de justicia social que se supone persiga un religioso se pueden alcanzar mediante una efectiva colaboración con las autoridades en el poder.
“Yo soy bautista. En nuestra religión cada líder religioso tiene que obedecer su conciencia con Dios…Entonces, yo no puedo decir hasta este punto tú puedes llegar (a involucrarte en la política), pero no más allá. Lo que puedo decir es que cada persona tiene su propia consciencia. Y después que pueda articular el por qué…lo más importante para mí es poder articular el por qué. ¿Cómo yo tomando esta postura traigo más justicia social o es un signo de justicia social?”, planteó a preguntas de este rotativo.
“Eso se puede aplicar a cómo damos fondos a las escuelas públicas; qué da el Estado para la salud; cómo ayudamos como Gobierno a la economía; quién paga impuestos y quién no. Todas las decisiones que afectan al prójimo son decisiones en las que una persona religiosa puede tomar posiciones basado en su entendimiento de fe”, puntualizó.
“Y, ¿cómo un líder religioso puede lograr influencia política sin endoso (endosar a candidatos)?”, indagó El Diario.
“Hay algunos que dan endosos. En Philadelphia, la Asociación Ministerial Afroamericana normalmente endosa. La Asociación Ministerial Latinoamericana no endosa, y yo fui el fundador de esa organización. A la misma vez, hay pastores que trabajan con los dos lados. En Philadelphia, trabajan más con el lado demócrata que con el lado republicano, pero depende de la perspectiva teológica que se esté aplicando. Normalmente, los pastores no se involucran tanto. Pero hay pastores que se están involucrando porque tienen miedo de que, si gana Trump, va a haber un cambio en el sistema democrático de este país. Entonces, no están entrando por posiciones morales, sino por una posición de proteger la democracia de este país que ellos piensan que es lo más importante en esta elección; personas que normalmente no se metían en la política”, argumentó el educador, autor de cinco libros.
Cortés, quien fue reconocido en la lista de los 25 Evangélicos Más Influyentes de la revista Time, se ha caracterizado por establecer alianzas con líderes políticos de ambos partidos nacionales tanto a nivel local como federal.
El reverendo fue quien hizo la invocación en la Casa Blanca durante el Almuerzo de Inauguración del presidente Barack Obama en el 2013. Pero, también ha participado en mesas redondas y en reuniones privadas con el expresidente George W. Bush.
Una de las relaciones más estrechas la mantuvo con el exgobernador republicano de Pennsylvania, Tom Ridge.
“Yo fui dónde él con personas que lo apoyan a él y que me apoyan a mí en mi trabajo con la comunidad. Yo fui donde el gobernador (Ed) Rendell, que era demócrata; y cuando fui, fui con personas de su partido. Uno no puede ir con gente ajena y pedirle algo a un gobernador. El gobernador va a decir, ‘pero ¿por qué te voy a ayudar?’. Uno tiene que ir con gente del (bando de él) que entienden que estoy trabajando. Yo no soy ni demócrata ni republicano; no afiliado. Uno no puede ir a un político y decirle, ‘ayúdame a mí’, y tú estás rodeado de los enemigos de él. Y uno tiene que entender el por qué le voy a pedir algo. Yo no le puedo pedir algo a un líder político si yo no soy de su partido y lo que le estoy pidiendo es para engrandecer mi negocio o tener una casa propia. Pero sí puedo ir con los amigos de él y decir, ‘mira, estos jóvenes son tu responsabilidad, ¿cómo me vas a ayudar con ellos?’”, reveló sobre la manera en que aborda a los políticos.
Sin embargo, para lograr las alianzas, la evidencia del trabajo duro y de los frutos tiene que ir de la mano.
“Uno trabaja por el pueblo y tiene que enseñar los frutos a través del tiempo para que la gente te tome en serio”, añadió Cortes.
La influencia de la entidad ha llegado al nivel de que, anualmente, Esperanza celebra el Desayuno Nacional de Oración en Washington D.C., evento que reúne a pastores y otros líderes de fe, y sirve de plataforma para exponer asuntos críticos que afectan a comunidades latinas al tiempo que se discuten posibles soluciones a nivel legislativo.
La importancia del electorado boricua en estas elecciones
Otro esfuerzo que lidera Cortés como CEO de Esperanza es la movilización electoral de cara a las elecciones generales del próximo 5 de noviembre.
El fin principal de la organización en asociación con otras en Philadelphia es registrar a votantes, particularmente a los más jóvenes y a los ancianos, y proveer información sobre las plataformas y propuestas de los candidatos.
“En Esperanza, damos información educativa por medio de los periódicos; las posiciones de los dos políticos (Kamala Harris y Donald Trump) para presidente; la posición de Harris y la posición de Trump y cómo afecta eso al pueblo puertorriqueño de Pennsylvania. (También) su postura en Puerto Rico; qué han hecho por Puerto Rico o no han hecho, porque en este caso tenemos una vicepresidenta y un expresidente que tuvieron oportunidad de ayudar…”, señaló.
“La semana antes de la elección nos aseguramos que, si hay una persona que no puede llegar, que nos dejen saber y lo podemos llevar”, agregó sobre las iniciativas para movilizar el voto hispano.
Sin embargo, para Cortés, a pesar de que el peso electoral mayor el próximo 5 de noviembre lo tendrán grupos como el puertorriqueño, las campañas no le están prestado la atención necesaria.
“No he visto la organización a nivel nacional de ninguno de los dos partidos concentrada en el pueblo puertorriqueño. Lo que sí quiero decir es que los puertorriqueños en Pennsylvania son los que van a decidir quién gana las elecciones. Si uno mira bien, uno ya sabe cómo van a votar los blancos, los otros grupos étnicos, los grupos rurales. Entonces, depende de dos grupos. Uno es el de las mujeres de altos ingresos que viven en los suburbios, y, el otro grupo, somos nosotros, los puertorriqueños, porque somos un grupo grande. No se reconoce, pero tenemos ciudades donde somos entre 40 % y 60 % de la población de esa ciudad; Reading, Allentown, Lancaster. Esas ciudades, si salen a votar, van a decir quién es el presidente”, apostó.
En específico, el entrevistado cuestionó que la inversión necesaria para atraer a electorados como el boricua no llegue al estado.
“Muchas organizaciones han pedido ayuda económica para ayudar en ‘Get out the vote’ (Salgan a votar), para registración de votantes; no ha llegado”, expuso.
A preguntas de El Diario sobre las razones, el activista respondió, en su “opinión personal”, lo siguiente: “Los dos partidos son partidos de EE.UU. y tienen su maquinaria, y todo el dinero se reparte en la maquinaria; entonces, al pueblo no le llega. Se divide todo el poder y la economía en el interior de la maquinaria, incluyendo los pocos latinos que están en la maquinaria…Lo poco que cae les cae a ellos, pero hay menos recursos para lo que se necesita…”.
“Normalmente, somos parte de la maquinaria. En los dos partidos somos parte de la maquinaria, pero no somos reconocidos como que tenemos poder”, insistió.
Los boricuas en Pennsylvania representan el tercer grupo más grande del estado con, aproximadamente, 500,000 residentes, según los datos del Censo.
En cuanto a ciudades, Philadelphia cuenta con la segunda población más grande de boricuas en EE.UU., solo precedida por Nueva York.
En ese sentido, para el portavoz es importante que los candidatos hablen directamente sobre los asuntos que afectan a este grupo poblacional.
“Algo básico, arreglar las calles. Las calles del Barrio (Philadelphia) son un desastre comparadas a las calles en otros lugares. Si lo vamos a decir de la manera política, arreglar la infraestructura de las comunidades más pobres. Ningún partido lo ha dicho así, porque hay dinero para arreglar el puente, pero no las calles en las comunidades latinas o puertorriqueñas. Las luces, las calles, las escuelas públicas, los edificios peores están en las comunidades hispanas…”, cuestionó.
“Cuando a mí me preguntan qué por qué la gente no se activa tanto para votar, eso me lo dicen los dos partidos, ‘¿por qué ustedes no se activan?’, ‘porque nosotros votamos y no vemos nada’. La infraestructura de la comunidad sigue como siempre ha sido, con pocos cambios, y los cambios vienen porque una organización pelea y lo hace, no porque el Gobierno dice que va a arreglar 10 calles”, puntualizó el líder comunitario.
Cortés también consideró clave que los contendientes hablen de lo que pasa en la isla ante la realidad del crecimiento de la diáspora boricua en EE.UU.
“Hay judíos en Estados Unidos que se mueren por Israel; hay puertorriqueños en Estados Unidos que se mueren por Puerto Rico, y esa es una realidad. Nosotros velamos lo que está pasando. No entendemos cómo todavía hay casas con toldos azules. Hay una falta y un pecado gigante que EE.UU. ha hecho a Puerto Rico. Muchos de nosotros estamos mirando desde la diáspora, porque somo más acá que allá…”, destacó.
En las elecciones, a juicio del religioso, los boricuas no solo pasarán factura a los candidatos sobre lo que han hecho o no por Puerto Rico, sino que examinarán el seguimiento que haga quien prevalezca en cuanto a las problemáticas que impactan a los puertorriqueños tanto en la isla como en la diáspora.
“No me hables de estatus. Háblame de arreglar los hospitales, arreglar las escuelas y ayudar a la gente que no tiene acceso médico y las que no tienen el dinero para arreglar su techo”, se expresó en referencia a los retos que enfrenta el territorio.
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