Otro preso murió en Rikers Island; comisionado NYPD se opone a más liberaciones masivas por escasez de guardias en la cárcel

El Departamento de Corrección (DOC) contrató a una empresa de telemercadeo para llamar a los jubilados recientes y convencerlos de que regresen a trabajar para compensar la escasez de personal en la temida prisión, la más grande de NYC

Rikers Island, es la mayor cárcel de NYC. 90% de su población femenina es afroamericana e hispana

Rikers Island, es la mayor cárcel de NYC. 90% de su población femenina es afroamericana e hispana Crédito: Archivo | Impremedia

Esias Johnson, un recluso en Rikers Island, fue encontrado muerto la mañana de ayer, un día antes de su cita en la corte, avivando las denuncias por violencia y corrupción en la cárcel más grande de NYC.

Johnson, de 24 años, fue encontrado inconsciente por un oficial correccional que recorría la penitenciaria a las 9:45 a.m. del martes, dijeron las autoridades. Se sospecha que murió de una sobredosis de drogas facilitadas ilegalmente. Una autopsia determinará la causa oficial del deceso.

“Las circunstancias que rodearon esta muerte recibirán una investigación completa. Nos hemos puesto en contacto con los familiares más cercanos de Esias Johnson y les ofrecemos nuestro más sentido pésame”, dijo el comisionado del Departamento de Corrección (DOC), Vincent Schiraldi, en un comunicado.

Johnson fue arrestado en Queens el mes pasado y acusado de amenaza, dijeron las autoridades. En 2019 había sido señalado por suplantación de identidad, realizar una amenaza terrorista y acoso agravado. Debía comparecer ante el tribunal hoy miércoles, según muestran los registros de la cárcel.

Es el décimo recluso que muere en la asediada cárcel este año, dijo el comisionado Schiraldi. Plagada por la violencia y la corrupción, Rikers Island tiene previsto cerrar para el año 2027, y ser sustituida por prisiones más pequeñas en todos los condados de la ciudad, recordó New York Post.

En medio de la violencia en Rikers, la cárcel se enfrenta a una escasez de guardias. Para revertir la situación, el DOC contrató a una empresa de telemercadeo para llamar a los jubilados recientes y convencerlos de que regresen a trabajar. “Tenemos una lista [de oficiales retirados] y contratamos a una empresa para que hiciera las llamadas”, dijo ayer el comisionado Schiraldi  en una conferencia de prensa en la cárcel.

Como solución paralela también se comenta que el saliente alcalde Bill de Blasio quiere liberar más presos, para descongestionarlaa pesar de que ello en teoría crearía un círculo vicioso en el auge criminal que vive la ciudad.

Al ser consultado sobre el regreso del supuesto plan -que ya el alcalde puso en práctica el año pasado-, ayer el Comisionado de NYPD, Dermot Shea, comentó que “Mi información más reciente es que eso no es preciso y ciertamente espero que ese sea el caso”, durante el programa matutino “Good Day New York”, de FOX 5.

“Cuando vas por la ciudad de Nueva York y oyes a los neoyorquinos, generalmente te dicen lo contrario: saca a estos criminales de la calle (…) Como estamos, es extremadamente difícil meter a los criminales en Rikers Island. Lo último que me gustaría ver sería la liberación de más criminales”, agregó Shea.

De Blasio tampoco ha confirmado ese rumor. Sería la segunda ola de delincuentes condenados a los que se les concede libertad anticipada desde el año pasado en Rikers Island, cuando los funcionarios municipales utilizaron la pandemia de COVID-19 para justificar la devolución a las calles de alrededor de 180 presos.

Esos primeros reclusos se encontraron entre los más de 1,500 que fueron liberados el año pasado debido a la crisis del coronavirus, lo que redujo la población carcelaria de la ciudad a 4,363 presos, un nivel no visto desde hace más de 70 años.

La semana pasada el alcalde culpó de la creciente violencia en NYC a la falta de juicios realizados por el sistema penal estatal, paralizado por el coronavirus, afirmando que en total sólo se emitieron 18 veredictos en la primera mitad de este año. El número es asombrosamente bajo en comparación con 405 sentencias durante el mismo período previo a la pandemia, en 2019.

Otro reporte alarmante del Departamento de Servicios de Justicia Criminal del estado Nueva York (DCJS) advierte que el año pasado los fiscales de distrito de NYC se negaron a enjuiciar a los detenidos a casi el doble de la tasa de 2019, lo que dejó a 6,522 sospechosos fuera de juicio. En total, los acusadores de oficio retiraron todos los cargos en 16.9% de los 38,635 casos de delitos graves que se cerraron en la ciudad de Nueva York durante 2020.

En el pasado reciente, varios factores que analistas, líderes sindicales, políticos y los propios ciudadanos han vinculado con el auge de la violencia son las controvertidas reformas de la fianza en el estado NY vigentes desde enero de 2020 con el apoyo del entonces gobernador Andrew Cuomo; la liberación masiva de presos para evitar contagios por el coronavirus; la crisis de salud mental con más indigencia en las calles y el Metro; y la reducción de fondos a la policía promovida por el propio De Blasio.

A fines de agosto también se anunció que el Centro Correccional Metropolitano (MCC), la cárcel más grande Manhattan, conocida como el “Guantánamo de Nueva York”, será cerrada el menos temporalmente, luego de varios escándalos y denuncias sobre su funcionamiento, sobre todo tras el suicidio allí del pedófilo millonario Jeffrey Epstein en 2019, a pesar de que supuestamente estaba bajo supervisión estricta.

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