6 trucos para seguir la Dieta Mediterránea con poco presupuesto
Si escogemos productos de la temporada, compramos a proveedores locales y planificamos nuestro menú, podremos practicar la dieta mediterránea sin problemas ni gastos excesivos.
La propuesta de la dieta mediterránea es interesante, pues incita a comer alimentos naturales y frescos y que sean propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo. Sin embargo, muchas personas pueden considerar que esta dieta es muy costosa.
La dieta mediterránea es muy recomendada debido a los beneficios que aporta para la salud del corazón, el control de la diabetes y para perder peso, tal como lo señala la web Better Homes and Gardners. A continuación, te daremos algunas recomendaciones útiles para adaptar esta dieta a tu país y a tu bolsillo.
1. Compra productos de la temporada
Una manera de abaratar costos es adquiriendo los productos de la temporada. Es más barato comprarlos durante su temporada de producción que en otra. Así que sería bueno que comenzaras a planificar tus comidas de acuerdo a los vegetales y verduras disponibles.
Otra forma de reducir los gastos es comprar a los productores y vendedores locales. Es una gran manera de ayudar a los proveedores locales adquirir alimentos frescos y a bajo costo.
2. Opta por las legumbres
La carne y el pescado son la fuente de proteínas usual en la dieta mediterránea, pero en ocasiones pueden ser costosos. Sin embargo, esta dieta no debe depender del pescado como fuente de proteína.
Las legumbres y los frijoles contienen proteínas y son mucho más económicas en comparación con las carnes y el pescado. Además, si aprovechas la compra de frijoles por sacos puedes ahorrarte más dinero.
3. Siembra tus propias especias
Muchas veces deseas realizar una receta, pero resulta que te falta algún ingrediente y comprarlo puede desajustar tu presupuesto. Pues bien, una buena opción es sembrarlas en tu jardín o balcón.
Incluso, si no tienes uno, puedes hacerlo en recipientes adecuados para ello. Lo mejor de todo es que tendrás especias frescas y al alcance de tu mano.
4. Aprovecha la comida enlatada
Es cierto que hay que tener precauciones con la comida enlatada, pero en este caso puede ser tu mejor aliada. Las verduras y frijoles enlatados o congelados son rentables cuando, en el caso de las verduras que necesitas no son de la temporada.
Por otro lado, el salmón y el atún enlatados también son económicos y más fáciles de preparar. Además, obtendrás las porciones necesarias para cuidar la salud de tu corazón.
5. Planifica el menú
Para rendir mejor los alimentos y no gastar dinero extra en comprarlos nuevamente, lo mejor que puedes hacer es planificar la comida de toda la semana. Esto te ayudará, además, a saber con qué recursos cuentas y contabilizar lo que debes reponer y no comprarás cosas que en realidad no necesitas.
6. Aprovecha los restos
Una tendencia de muchas personas es botar la comida restante. Hacerlo es un verdadero desperdicio. En vez de eso, lo más aconsejable es tomar lo que quede de la comida y refrigerarlo.
De esta manera, no tendrás que estar cocinando todo el tiempo, y mucho menos gastando dinero extra en algo que puedes tomar de tu refrigerador.
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