COVID, crimen e impuestos siguen motivando a la gente a mudarse de Nueva York, Jersey y California
Coincidencia o no, los cinco estados con las tasas de salida más altas en el país tienen algunas cosas en común: están dirigidos por demócratas, tienen impuestos altos y sufren alzas en la delincuencia
Saqueos en NYC, junio 2020. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut –las regiones que conforman el área triestatal– están entre los cinco estados que sufrieron las pérdidas más pronunciadas de población en EE.UU, según una nueva encuesta.
Nueva Jersey lideró la nación con el 70% de las mudanzas hacia otro estado en comparación con sólo el 30% que llegó en 2021, según el 45º Estudio Nacional Anual de Mudanzas de la empresa de traslados “United Van Lines”.
Illinois, estado que alberga a Chicago, ocupó el segundo lugar con el 67% de los movimientos registrados de residentes que abandonaban su estado, mientras que sólo el 27% fueron de entrada.
Nueva York ocupó el tercer lugar, con 63% de mudanzas hacia afuera y 37% de llegada. Casi el 30% de los que huyeron del “Empire State” dijeron que la “familia” fue un factor principal en sus decisiones, con alrededor del 12% citando el “costo” de vida.
La encuesta también mostró que el éxodo involucró en gran medida a los ricos, quienes ganan $150,000 dólares o más, constituyendo el 45.3% del total.
No está claro en cuáles meses se llevaron a cabo esos movimientos, pero en abril de 2021 el estado NY adoptó un presupuesto récord de $212 mil millones de dólares que se enfocó en los grandes ingresos con nuevos impuestos que aumentaron hasta 10.9%, recordó New York Post.
Mientras tanto, 6 de las 10 principales áreas metropolitanas que sufrieron el peor éxodo se encontraban en la región de Nueva York-Nueva Jersey. Casi el 80% de los movimientos en los condados Nassau-Suffolk de Long Island fueron de salida, la tasa más alta de cualquier región del país. Alrededor del 75% huyó de Binghamton y el 73% salió del condado Poughkeepsie/Dutchess.
Tres áreas de Nueva Jersey (Bergen-Passaic, Newark y Middllesex-Somerset-Hunterdon) también tuvieron las peores tasas de salida. Al vecino Connecticut no le fue mucho mejor: el 60% de los movimientos registrados fueron de ida y el 40% de entrada. Para toda la región noreste de EE.UU, el 60% de los movimientos fueron de salida.
Y la soleada California también se sumó a esa tendencia, ocupando el 5to lugar entre los que se mudaron, con 59 % huyendo del estado y 41% arribando.
Coincidencia o no, esos cinco estados con las tasas de salida más altas tienen algunas cosas en común: están dirigidos por demócratas, tienen impuestos altos y sufren picos en la delincuencia.
La encuesta también encontró que los jubilados se están mudando a áreas menos pobladas en estados cálidos y soleados como Florida. Por ejemplo, 6 de cada 10 residentes que se mudaron de Nueva York tenían 55 años o más.
Los resultados de 2021 confirmaron los hallazgos de “United Van Lines” de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 devastó por primera vez la región metropolitana de NY-NJ y luego todo el país, con un aumento paralelo de la delincuencia.
“El estudio también reveló que la pandemia de COVID-19 continuó acelerando muchas decisiones de mudarse, lo que indica que los estadounidenses se mudaron a áreas de menor densidad y para estar más cerca de sus familias durante el año pasado”, dijo “United Van Lines” en un comunicado.
En contraste, el menos poblado y también demócrata Vermont, tuvo la migración entrante más alta en EE. UU., con 74%. Los otros estados principales de entrada fueron Dakota del Sur (69%), Carolina del Sur (63%), West Virginia (63%) y Florida (62%).
En el caso local, se ha afianzado una tendencia que ya venía desde 2018, con una pérdida de población en Nueva York, tanto la ciudad como el estado, en parte huyendo de los impuestos y costos, y de un retroceso en la calidad de vida en variables como educación, salubridad, seguridad y transporte, según estudios previos a la pandemia.
El año pasado se anunció que Nueva York tendría un Representante menos en la Cámara Baja del Congreso Nacional y también vería reducidos sus fondos federales, debido a una caída en el crecimiento de su población en los últimos años.
