Molestia por comentarios despectivos sobre Puerto Rico en mitin de Trump podría llevar a las urnas a electores apáticos o indecisos
Analistas y académicos coinciden en que los comentarios de Tony Hinchcliffe podrían pasarle factura al republicano estas elecciones en estados como Pennsylvania
Nueva York – Analistas, académicos y otros coincidieron en que las expresiones del comediante Tony Hinchcliffe sobre Puerto Rico en un mitin de campaña de Donald Trump en Nueva York podrían, ya sea motivar a electores boricuas desencantados con la dinámica electoral y la política en general, o a indecisos y no afiliados a movilizarse a las urnas para votarle en contra al republicano.
Sin embargo, Jorge Schmidt, analista y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez, argumentó en entrevista con El Diario que no se puede descartar que el repudio por los comentarios despectivos de Hinchcliffe también pueda producir un efecto a favor del candidato.
“Puede provocar que mucha gente que no va a votar (salga a votar). El efecto que puede tener eso no es en latinos que eran proTrump y ahora dejen de serlo, sino en los que estaban apáticos para votar, que digan, ‘ahora, sí voy, porque necesito sacarlo de allí’. Pero ese efecto también lo puede tener sobre la comunidad blanca anglosajona que numéricamente es mayor, más del 60% de la población,…y, sobre todo, Trump tiene a los hombres de su lado. La mayoría de los varones blancos anglosajones todavía están de su lado porque su discurso es bien patriarcal y machista”, abundó el educador, quien además interviene en el programa televisivo de análisis político “Jugando Pelota Dura”, transmitido por TeleOnce.
Además de los apáticos, para Fernando Rivera, profesor de Sociología en la Universidad de Florida Central (UCF), estado en el que habita la mayor cantidad de boricuas en Estados Unidos (unos 1.2 millones), los cuestionamientos a Trump y su campaña a una semana de los comicios, podrían tener efecto en la intención de voto de los indecisos.
“Las ramificaciones sobre la carrera electoral se podrían sentir en dos frentes del electorado; aquellos indecisos que tendían curiosidad sobre Trump y que vean este insulto como uno que no puedan justificar u olvidar y tal vez repiensen su apoyo al candidato, y también votantes que no estaban muy emocionados con la candidata demócrata y pensaban no participar en las elecciones que ahora tienen una razón para salir a votar. Sabremos más sobre el impacto de estas expresiones luego de las elecciones, particularmente en los estados en contienda cerrada y con poblaciones puertorriqueñas, como Pennsylvania”, consideró el también director fundador de Puerto Rico Research Hub – UCF Global, centro de investigación enfocado en la población boricua en Florida.
Un “daño terrible” a la campaña de Trump
En la misma línea de pensamiento se expresó el presidente del Partido Demócrata en Puerto Rico, Luis Dávila Pernas. Para el funcionario, el asunto puede hacerle un “daño terrible” a la campaña del expresidente.
“Ahora mismo hay muchas personas que están votando desde el lunes y la semana pasada, y esto tiene un impacto en el puertorriqueño; particularmente el que es independiente, que no está afiliado ni a los demócratas ni a los republicanos. Es un elector flotante que en ocasiones vota con los republicanos y en ocasiones con los demócratas. Ciertamente, después de escuchar que la campaña de Trump diga que los puertorriqueños somos basura, creo que eso va a tener un efecto de mover a muchos de esos electores a votarle en contra a Donald Trump, aún cuando no estén de acuerdo, quizás, con el 100% de las propuestas o de las posturas de Kamala Harris”, señaló Dávila Pernas, quien además es el director de la Oficina de la Administración de Asuntos de Puerto Rico en Washington D.C. (PRFAA).
Anticipan posible voto castigo de los puertoriqueños
En este contexto, Schmidt fue más lejos al anticipar que los puertorriqueños pudieran estar encabezando una movilización tipo voto castigo en estados decisivos como Pennsylvania con una población de aproximadamente medio millón de miembros de la comunidad.
“Yo creo que sí, porque eso genera una indignación, y si hay algo en el que los puertorriqueños podemos estar de acuerdo es en que nos sentimos bien orgullosos de ser puertorriqueños y queremos a Puerto Rico, y eso puede provocar que algunas personas que estaban moderadamente a favor de Trump, con esto, ahora cambien de opinión”, afirmó.
Nathian Shae Rodríguez, profesor de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU), planteó, por su parte, que la declaración del invitado de Trump refleja el patrón de expresiones xenófobas, racistas y contra las minorías que lo han caracterizado a lo largo de su carrera política.
“Aunque la campaña de Trump emitió un comunicado intentando distanciarse del vil comediante que habían programado, cuyos chistes fueron leídos directamente del teleprompter, Trump mismo aún no ha repudiado los comentarios. Esto es parte de un patrón más amplio de retórica degradante y no presidencial dirigida a comunidades históricamente marginadas. Creo que este llamado chiste sobre Puerto Rico solo ha galvanizado a los puertorriqueños a votar en contra de un candidato tan tiránico”, expuso el también director asociado de la Escuela de Periodismo y Estudios Mediáticos de SDSU tras describir como “abominable” el mensaje de Hinchcliffe.
En ese sentido, Schmidt matizó que los boricuas que fielmente y por largo tiempo han favorecido a Trump por sus propuestas conservadoras muy probablemente no cambien su manera de pensar sobre el republicano y tampoco su intención de voto.
“Se presume incorrectamente que los puertorriqueños, que los latinos, los afrodescendientes somos todos liberales y más de tendencia centro izquierda. Eso no es correcto. También hay muchos apegados a los valores religiosos, conservadores. Hay mucha gente que lo son, y, en ese sentido, no es contradictorio que haya latinos republicanos, porque la propuesta de un partido es muy amplia, incluye muchas cosas. Hay muchísimos puertorriqueños que están en contra del aborto; muchísimos puertorriqueños que están en contra de la comunidad LGBT…Así que pensar que los latinos van a estar de acuerdo con todas las posturas de una candidata demócrata, es simplificar lo que es un grupo de opiniones muy diversas. Lo que hizo el Partido Republicano fue darse cuenta que entre los latinos había afinidad hacia gran parte de sus propuestas”, analizó.
En la discusión no se puede perder de vista que los puertorriqueños en la diáspora mantienen constante comunicación y contacto con familiares y amigos en la isla, y que esto también pudiera tener un efecto amplificador en el llamado para un voto castigo.
“Puede tener un efecto muy grande, muy grande, porque si hay algo que los puertorriqueños hacen es mantenerse en contacto con los puertorriqueños en Puerto Rico. Esa comunicación es muy estrecha; eso se mantiene. Viajamos de allá para acá y de acá para allá constantemente. Eso se hace mucho, porque por tener la ciudadanía es fácil, es cuestión de comprar un pasaje…Así que la comunicación está ahí. La indignación en Puerto Rico ha sido enorme. Aquí no se ha dejado de hablar de eso desde ese día…Eso aquí causó revuelo y ha sido bien importante. Y en la medida que los puertorriqueños de aquí estén hablando con los de allá y están manifestándole su indignación, eso va a tener un efecto, definitivamente”, consideró Schmidt al destacar que la importancia del voto puertorriqueño es proporcionalmente mayor precisamente por contar con la ciudadanía estadounidense.
El martes una coalición de más de 50 organizaciones de la isla manifestaron su indignación por las expresiones en el mitin del candidato republicano y emplazaron a la diáspora a que le voten en contra.
Cada voto cuenta en una contienda tan apretada
Otro detalle que no se puede perder de vista es que, ante la apretada contienda en estados clave como el mencionado y el estrecho margen de diferencia entre los candidatos en las encuestas, cada voto cuenta.
Pennsylvania es un estado crítico para que cualquier candidato asegure su victoria, ya que tiene19 votos electorales. 48 de las 59 elecciones se han determinado por los resultados en este estado.
Los resultados de las encuestas recopiladas hasta ayer por fivethirtyeight.com ubicaban a los candidatos empatados en Pennsylvania con 48% cada uno.
Comunidad puertorriqueña tiene el poder numérico para definir la elección
“Sabemos que Pennsylvania se gana por un por ciento bien bajo de votos, y que Pennsylvania es, de los estados cambiantes, es el más importante, porque es el que más votos electorales tiene. Así que, en una elección cerrada, si es cerrada en términos de votos electorales, Pennsylvania puede ser el estado que defina la elección, y la comunidad puertorriqueña tiene el poder numérico para definir la elección en Pennsylvania”, explicó Schmidt.
El académico puso como ejemplo la movilización sin precedente del voto afroamericano a favor del expresidente Barack Obama en el 2008 y 2012 para describir potencial del electorado boricua.
“Nosotros deberíamos tomar esa lección de la historia y darnos cuenta de que, cuando se moviliza un grupo y vota en una proporción mucho mayor, tiene la capacidad de decidir la elección, porque en términos generales la participación electoral en EE.UU. es muy baja. Así que un alza significativa en un grupo demográfico puede tener un impacto bien grande sobre el resultado final”, agregó.
“¿Si Trump se hubiera disculpado, esta controversia hubiera tenido un resultado distinto?”, indagó El Diario.
“Claro que sí, porque se habría visto un acto de constricción. Habría admitido que fue un error y mucha gente le habría creído, sobre todo los que quieren creerle, le habrían creído, porque no fue él quien lo dijo. Él siempre puede decir, ‘no fui yo, fue este señor’…Ahora sería más difícil decir que él está de acuerdo con eso, si él lo hubiera dicho directamente. De su campaña política (se expresaron), pero no lo dijo él y no es lo mismo…Desde su campaña dijeron que no se solidarizaban con eso, pero Donald Trump nunca lo ha dicho; no lo va a decir, porque él no pide perdón, porque es muy orgulloso, y porque hay un sector al que sí le gusta escuchar eso, y a ese sector lo perdería si él pidiera perdón”, respondió Schmidt.
Para el experto en políticas de lenguaje, política en Latinoamérica y el Caribe y Economía política, Trump y su campaña sabían lo que iba a decir Hinchcliffe, quien fue el primer orador del evento.
“No es una broma realmente, porque la campaña de Trump sabía exactamente qué era lo que iba a decir. Este señor (Trump) ha hecho toda una carrera de comentarios racistas, así que ya cuando lo reclutan, ya sabían que él iba a eso. Sabemos que Trump es un ‘control freak’ (quiere controlarlo todo), así que ni una sola de las personas que fue a hablar allí lo hizo si no fuera porque Trump quería que estuvieran ahí. Tú sabes que estos eventos se ensayan, así que no me voy a creer que ellos no sabían que él iba a decir eso…en esto no se improvisa, no hay sorpresas…El único que improvisa es Trump, él es el único que se da el lujo de improvisar, los demás tienen que seguir el libreto que él quiere”, opinó.
“Ellos sabían exactamente a quiénes habían reclutado; sabían lo que él iba a decir, y, además, la audiencia se rió, les pareció chistoso”, recalcó el entrevistado.
Otra base sobre la que Schmidt sustenta su punto es que Trump ha dejado claro desde hace años su postura con respecto a comunidades latinas en general y la ha hecho parte de su discurso.
“Eso es totalmente cónsono con lo que ha sido el discurso de Donald Trump desde el 2016; inclusive, desde antes, cuando no era candidato, cuando era una figura pública por ser millonario…Él siempre ha hablado de esa manera. El que piense que eso no es lo que Donald Trump realmente opina, es porque no quiere verlo. Ya eso es diferente. Ya eso es cuando una persona es fanática de votar por alguien, le perdona todo y justifica cualquier cosa, y racionaliza comportamientos que son a todas luces racistas, xenofóbicos… Esto no fue un desliz, no fue un error…”, continuó.
Según el profesor puertorriqueño, desde el principio, Trump ha apelado al sentimiento nacionalista y ha abierto el escenario para que quienes piensan como él se manifiesten.
“Él sabe muy bien cuál es su audiencia. Él sabe muy bien cuál es la gente que vota por él, y la gente que vota por él puede estar ahora más animada a votar por una persona que abiertamente se atreve a decir lo que muchas personas en EE. UU. piensan. Yo viví 14 años en EE. UU., y me tuve que enfrentar muchas veces a comentarios y actitudes extremadamente xenofóbicas de parte de muchos estadounidenses que lamentablemente sí tienen esa visión de lo que somos los latinos. Eso existe. Lo que ha hecho Trump es permitir sacarlo a flote. Pero eso siempre ha estado latente ahí”, insistió.
Discurso de Trump tiene un efecto acumulativo en los puertorriqueños
El efecto acumulativo o en cadena del discurso de Trump en Puerto Rico empezó con su visita a la isla en el 2017 tras el embate del huracán María, planteó Schmidt.
“Comenzó desde el huracán María que vino aquí a burlarse de la gente, a tirar el papel toalla con una actitud prepotente; los tuits que decía que ahora Puerto Rico le iba a costar mucho al gobierno federal; que por qué pasaban estas cosas; echándonos la culpa de lo que había sucedido. Su actitud y comportamiento despreciativo hacia nosotros se ha venido acumulándose. Aquel tuit que dijo que iba a intercambiarnos por Groenlandia; cuando habló que aquí los políticos eran corruptos, que aquí no servía nada. Es que han sido tantas cosas. Esta es la gota que colma la copa”, describió.
A preguntas sobre el impacto que pudiera tener el endoso a Trump de la delegada por la estadidad Zoraida Buxó en un evento en Allentown, Pennsylvania, este miércoles, Schmidt contestó: “Ella no es una persona influyente en la política de Puerto Rico y no es una figura pública que ella sale a la calle y la gente la reconoce. Sí tiene alguna presencia, pero no es alguien que tenga realmente influencia sobre la opinión pública, así que quizás puede darle una justificación a algunas personas o decir las palabras que tiene que decir para justificar estas acciones…influir un poco en ese sentido. Pero yo creo que ella no va a tener ningún efecto sobre la decisión de votar a favor o en contra de Trump”.
Cintrón, sin embargo, no le ha retirado su apoyo al candidato, y tampoco Jenniffer González, candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP) en la isla.
Cintrón, quien es el director de la campaña de González, entiende que la controversia por los comentarios no tendría efecto en las probabilidades de que la todavía comisionada residente prevalezca el próximo 5 de noviembre en las elecciones, ya que, según dijo, la estadista está corriendo por una posición local no de un partido nacional.
En una entrevista con Fox News esta semana, Trump declaró no tener idea de quién es Hinchcliffe ni quién lo puso en tarima. Añadió que el humorista no tenía que ver nada con el Partido Republicano ni con ellos, y que él no quería allí a nadie haciendo “bromas estúpidas”.
Por otro lado, y haciendo referencia al debate generado luego de que le lanzara papel toalla a boricuas, Trump alegó que, durante el encuentro en la isla, todos se estaban divirtiendo.
“Yo estaba repartiendo comida y yo me metí en problemas por eso también, porque estábamos divirtiéndonos con mucha gente, y yo estaba tirando papel hacia el fondo, y ellos se estaban divirtiendo…y las noticias falsas (fake news) empezaron a decir, ‘oh, eso fue muy irrespetuoso estar tirando papel’. No, yo tengo buena relación con Puerto Rico y con los puertorriqueños”, alegó el republicano en el intercambio con Sean Hannity.
Por otro lado, Schmidt catalogó de “desafortunado” el comentario de Biden en el que llamó basura a los simpatizantes de Trump en el marco de una conferencia con medios convocada por la organización Voto Latino.
“Él ya tiene un historial muy grande de, digamos, de meter la pata y decir cosas que no debe decir. Y, probablemente, él sí piensa eso. Yo creo que no era que él se estaba refiriendo solamente (al humorista), pero en el contexto en el que lo dijo, sí da la impresión de que está hablando del grupo de gente que sigue a Trump…Y creo que no debió haberlo dicho, porque un poco neutraliza los comentarios del supuesto comediante, porque ahora los que lo quieran justificar pueden decir, ‘ves, es que los dos lados dicen lo mismo, así que lo que es igual no es ventaja’…De la misma manera que digo que Trump piensa lo mismo que aquel comediante, yo creo que Biden piensa eso”, concluyó.
Biden reaccionó indicando que su declaración fue malinterpretada y que se estaba refiriendo a la retórica utilizada por Hinchcliffe en el evento en NY.