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Masacre de verano en Nueva York: viuda de policía inmigrante abatido demanda a NFL y al dueño del rascacielos

La viuda del agente NYPD que murió dejándola embarazada cuando un pistolero suicida causó una masacre en julio demandó al edificio y a la NFL

El oficial NYPD Didarul Islam tenía 36 años de edad.

El oficial NYPD Didarul Islam tenía 36 años de edad. Crédito: NYPD

Jamila Akhter, viuda del agente NYPD Didarul Islam (36) que murió dejándola embarazada cuando un pistolero suicida causó una masacre en julio en Midtown Manhattan, está demandando al rascacielos 345 Park Avenue y a varios de sus inquilinos, incluyendo la NFL (National Football League), acusándolos de negligencia en la seguridad del edificio.

Además del pistolero Shane Devon Tamura, el 28 de julio murieron cuatro personas y otra quedó gravemente herida. El detective Islam, nativo de Bangladesh, fue la primera víctima del tiroteo y menos de un mes después su viuda dio a luz al tercer hijo de la pareja.

Esta semana Akhter presentó una demanda ante la Corte Suprema del estado Nueva York contra la firma inmobiliaria Rudin Management, propietaria y administradora del rascacielos. La querella también nombra como demandados a McLane Security, la empresa de seguridad del edificio, y a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), aparente objetivo del atacante, que tiene su sede allí, reportó The New York Times

Islam era policía desde 2021 y pertenecía a la 47ª Comisaría de El Bronx, pero en el momento de la tragedia estaba autorizado por NYPD y uniformado, trabajando en un destacamento de seguridad pagado en el edificio de la calle 51st East, cuando Tamura irrumpió con el rifle de asalto y comenzó a disparar, impactándolo repetidamente en el torso. Fue ascendido a detective en su funeral. Su padre, Abdur Rob, sufrió un infarto leve cuando se enteró de que su hijo no había sobrevivido al tiroteo masivo.

Tras la demanda anunciada el lunes, la NFL declaró en un comunicado que estaba “agradecida a los agentes del orden que respondieron con valentía, incluido el agente Islam, quien dio su vida para proteger a los demás”. Días después de la masacre, la liga sugirió reforzar las medidas de seguridad en estadios, las oficinas de los equipos y la suya.

La viuda acusa a los demandados de imprudencia y negligencia por no haber detenido a Tamura. En la demanda, Akhter alega que Rudin y el edificio carecían de sistemas de detección de armas suficientes y no lograron identificar ni interceptar al pistolero mientras caminaba afuera con su arma a la vista.

“Ni una sola medida de seguridad -barreras físicas, sistemas de detección de armas, cámaras o vigilancia humana- disuadió, detectó, interrumpió o retrasó el paso sin obstáculos del atacante desde la calle, subiendo las escaleras y cruzando la plaza hasta las puertas del vestíbulo”, afirma la demanda. “Con total impunidad, el agresor irrumpió en la entrada y comenzó a disparar en el vestíbulo, hiriendo mortalmente a la víctima (Islam) con cuatro disparos, tres de ellos en la espalda y uno en el brazo”.

El edificio también carecía de un sistema de notificación coherente, según la demanda, y no proporcionó a los guardias de seguridad ni a los agentes del Departamento de Policía de Nueva York que trabajaban en servicios especiales remunerados, como el detective Islam, dispositivos compatibles para comunicarse. La demanda también señala “fallas sistémicas agravantes” que permitieron al Tamura tomar el ascensor hasta el piso 33 del edificio, donde mató a su cuarta víctima. En total disparó casi 50 veces

Además de las acusaciones contra Rudin, la demanda acusa a McLane, la empresa de seguridad, de no contar con suficiente personal debidamente capacitado para prevenir o retrasar el tiroteo. Uno de los guardias de seguridad de la compañía, Aland Etienne (46), fue otra de las víctimas mortales, además de las mujeres Wesley LePatner (44) y Julia Hyman (27), quienes trabajaban en oficinas en ese edificio.

La demanda también menciona a la NFL, que aparentemente era el objetivo del pistolero. Tamura, joven de 27 años, viajó desde Las Vegas y había estado lidiando con problemas de salud mental durante años. Estaba convencido de que la NFL era la culpable de su encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad cerebral degenerativa relacionada con lesiones craneales repetidas. En septiembre la Oficina del Médico Forense de la Ciudad (OCME) confirmó que sí padecía ese mal.

La demanda presentada el lunes acusó a la liga deportiva de no informar sobre las amenazas de violencia en el edificio y de no implementar protocolos de seguridad cuando “sabían o deberían haber sabido” que existía la posibilidad de amenazas de violencia por parte de ex jugadores de la NFL o personas que padecían ETC.

Tamura, nativo de Hawaii, estuvo bajo custodia psiquiátrica en 2022 y 2024, según un funcionario policial. Sobre el posible motivo del ataque, culpaba a la NFL de su enfermedad, pero nunca jugó fútbol americano profesional, sólo lo hizo en la escuela secundaria.

En esta nota

NFL Violencia armada Las Vegas Medicatura Forense de Nueva York (OCME) Shane Tamura
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