Polémica: más presos serán liberados por gobernadora de Nueva York para descongestionar las caóticas cárceles
La Ley "Less in More" (Menos es más) se produce cuando Rikers -la mayor cárcel de NYC- enfrenta una crisis de violencia que ha provocado una escasez aguda de personal que quiera laborar allí, y otros continúan criticando la liberación de presos
Se espera que hoy la gobernadora Kathy Hochul firme un nuevo proyecto de ley que otorgaría más indulgencia a ex convictos en libertad condicional y podría significar la salida de los reos encerrados por infracciones técnicas a ese beneficio penal, adelantó anoche New York Post.
Aunque activistas de derechos humanos aplauden medidas como esas, otros se oponen en medio del círculo vicioso que se ha detectado entre la entrada en vigencia de la reforma penal de Nueva York en 2020 y el auge de delitos cometidos por ex convictos.
La firma de la Ley “Less is More” (Menos es más) se produce cuando Rikers Island -la mayor cárcel de NYC- enfrenta una crisis de violencia interna que ha provocado una escasez aguda de personal que quiera laborar allí. En la otra acera de las políticas demócratas, los republicanos en Nueva York continúan criticando la liberación de presos que se masificó con la reforma penal y para evitar contagios en la pandemia, mientras se observa un aumento de la delincuencia en las grandes ciudades del estado.
El proyecto de ley eliminará las razones para volver a poner a las personas en libertad condicional tras las rejas, anulando las infracciones técnicas de la libertad condicional como llegar tarde a una cita, faltar a un toque de queda o encontrar alcohol o drogas en muestras de orina. Y la ley aceleraría el plazo para la revisión judicial de cualquier violación y beneficiaría el “buen comportamiento”. Según activistas, se beneficiarían de inmediato unos 270 presos, lo que sería 5% del total de los detenidos por violar sus libertades condicionales.
Sin sorpresas, los líderes republicanos en la legislatura estatal han criticado la nueva medida. “¿En qué momento los demócratas de Nueva York ayudarán a las víctimas de delitos o mantendrán a personas peligrosas tras las rejas?”, preguntó con ironía en un comunicado el líder de la minoría de la Asamblea, Will Barclay (R-Syracuse).
“Si hay formas responsables de mejorar el sistema, hagámoslo funcionar”, prosiguió Barclay. “Pero el péndulo se ha alejado demasiado de la seguridad pública durante mucho tiempo. Las mismas personas que avanzan y celebran cada política pro-criminal están extrañamente tranquilas mientras las tasas de criminalidad se disparan y las balas vuelan por las calles ”.
La firma seguirá al caos continuo esta semana en Rikers, donde un preso intentó ahorcarse mientras unos políticos recorrían las instalaciones para ver las condiciones de primera mano. La senadora estatal Alessandra Biaggi (D-Bronx) describió las condiciones allí como “infernales”.
El alcalde Bill de Blasio dio a conocer un plan esta semana para mejorar las condiciones en las instalaciones, incluyendo tomar medidas enérgicas contra el ausentismo de los oficiales penitenciarios allí, según dijo.
A fines de agosto el alcalde culpó de la creciente violencia en NYC a la falta de juicios realizados por el sistema penal estatal, paralizado por el coronavirus, afirmando que en total sólo se emitieron 18 veredictos en la primera mitad de este año. El número es asombrosamente bajo en comparación con 405 sentencias durante el mismo período previo a la pandemia, en 2019.
Otro reporte alarmante del Departamento de Servicios de Justicia Criminal del estado Nueva York (DCJS) advierte que el año pasado los fiscales de distrito de NYC se negaron a enjuiciar a los detenidos a casi el doble de la tasa de 2019, lo que dejó a 6,522 sospechosos fuera de juicio. En total, los acusadores de oficio retiraron todos los cargos en 16.9% de los 38,635 casos de delitos graves que se cerraron en la ciudad de Nueva York durante 2020.
En el pasado reciente, varios factores que analistas, líderes sindicales, políticos y los propios ciudadanos han vinculado con el auge de la violencia son las controvertidas reformas de la fianza en el estado NY vigentes desde enero de 2020 con el apoyo del entonces gobernador Andrew Cuomo; la liberación masiva de presos para evitar contagios por el coronavirus; la crisis de salud mental con más indigencia en las calles y el Metro; y la reducción de fondos a la policía promovida por el propio De Blasio.
A fines de agosto también se anunció que el Centro Correccional Metropolitano (MCC), la cárcel más grande Manhattan, conocida como el “Guantánamo de Nueva York”, será cerrada el menos temporalmente, luego de varios escándalos y denuncias sobre su funcionamiento, sobre todo tras el suicidio allí del pedófilo millonario Jeffrey Epstein en 2019, a pesar de que supuestamente estaba bajo supervisión estricta.