Jóvenes en Puerto Rico se insertaron en los procesos electorales desde mucho antes del 5 de noviembre, aseguran promotores del voto
Líderes de organizaciones que movilizaron el voto joven en estas elecciones generales analizan al impacto de la participación de esta población
Nueva York – Líderes de organizaciones enfocadas en la movilización del voto joven en Puerto Rico aseguraron que esta población no solo creó espacios para insertarse en los procesos electorales, sino que participaron activamente de los esfuerzos antes, durante y después del 5 de noviembre.
El Diario contactó a estos representantes para indagar sobre el impacto de la participación de los jóvenes en el reciente ciclo electoral, que al momento se encuentra en la fase del escrutinio general, en medio del debate sobre si el voto de este grupo fue decisivo en las elecciones y el hecho de que muchos se inscribieron o reactivaron a poco para el cierre del registro.
Aunque el por ciento de los electores jóvenes y jóvenes adultos registrados ante la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) no supera al de poblaciones como la de adultos mayores, los entrevistados coincidieron en que este grupo demostró su compromiso ciudadano, no solo votando, sino educándose sobre los trámites en anticipo al evento electoral y motivando a que otros hicieran lo propio.
Para Danisamuel Soto, fundador de Política en Arroz y Habichuelas, un aspecto clave de la reciente movilización fue que los jóvenes se preocuparon por saber quiénes eran los candidatos y sus propuestas, lo que refleja una participación más crítica en los procesos.
“Yo creo que los jóvenes se insertaron adecuadamente en las conversaciones, tanto a nivel municipal como estatal, de quiénes eran las personas que estaban corriendo…Fuimos jóvenes trabajando para jóvenes, pero entendiendo que el país es mucho más grande. Y tanto en la parte de inscripción como en los talleres que dimos de las distintas modalidades del voto, allí no solamente había jóvenes, había personas que no habían votado hacía cuatro o cinco elecciones que querían saber cómo estaban las reglas del juego actualmente”, destacó.
Soto añadió, sin embargo, que ese ímpetu no solo se vio entre jóvenes que apoyaban la “Alianza de País” entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PNP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), sino entre los que favorecen a partidos de mayoría como el Nuevo Progresista (PNP).
“Yo creo que lo más importante es que los jóvenes estuvimos en lugares clave en el proceso de educar, para hacernos disponibles, y sobre todas las cosas, para movernos. Y creo que también lo importante es que dentro de ese bipartidismo que existe, que yo pienso que no se ha ido a ninguna parte, el PNP (Partido Nuevo Progresista) como institución política tiene un organismo de jóvenes extremadamente grande. Si vamos a hablar de que los jóvenes estamos presentes, tenemos que hablar de los jóvenes en todos los aspectos. La realidad es que la juventud del Partido Nuevo Progresista es una organizada, presente y que se movieron en todas las campañas a nivel nacional y municipal. Yo creo que tener eso presente en la conversación es importante porque, por ejemplo, el otro partido, el Popular Democrático, no tiene una estructura tan sólida, y los partidos emergentes como el Movimiento Victoria Ciudadana y Proyecto Dignidad también tuvieron su juventud presente. Y en el caso de estos dos partidos nuevos, hubo escaños para alcaldías y Cámara de Representantes donde había gente de mi edad (25). Hubo un candidato a la alcaldía de Cayey que tenía 23 años”, argumentó Soto, graduado de Ciencias políticas.
“Los jóvenes sí nos hicimos disponibles”
“Así que los jóvenes sí nos hicimos disponibles; estuvimos en los lugares que teníamos que estar y llevamos ese mensaje sobre el país que necesitamos en el presente y de cara al futuro”, afirmó.
La directora de Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), Carolina Mejías, resaltó el hecho de que esta población también fue parte central de la jornada durante el día de las elecciones sirviendo como funcionarios de colegio.
“Yo vi una alta población que se insertó y la vimos en las elecciones. Cuando ves a los funcionarios de colegio, en su gran mayoría, eran jóvenes preocupados por el país; jóvenes que se hicieron disponibles. Cuando yo fui a hacer la fila para votar, había jóvenes trayendo agua; diciendo, ‘no se vayan’, ‘vamos, hay que contar ese voto’. Y fue hermoso. Así que yo no podría decir que no, porque evidentemente pudo haber una población grande que decidió no ir a votar…y eso da un mensaje igualmente. Pero sí te tengo que decir que hay una gran población que salió a la calle, y días antes”, resaltó Mejías quien desde MPA trabaja con una coalición de otras 50 organizaciones.
Inscripción en universidades y bancos de llamadas
Explicó que, como parte de las acciones para movilizar el voto joven y el de otros grupos, encabezaron eventos para inscribir a potenciales electores, particularmente en universidades.
“De igual manera, se hizo un banco de llamadas, porque estuvimos llamando y enviando mensajes de texto educando sobre las diferentes papeletas…Y, ¡ojo!, eran jóvenes, jóvenes que llenaban la oficina haciendo esas llamadas; convocando a la gente a que saliera a votar. Así que yo puedo hablar de un movimiento grande”, insistió la activista de 28 años, con estudios de Ciencias políticas, así como en Gestión y administración cultural.
Alcance de la movilización por redes
Mejías confirmó que el compromiso de los jóvenes con los procesos trascendió las urnas para alcanzar, desde antes, espacios digitales.
“Esta gente se movió y demostraron y dijeron, ‘¿que los jóvenes no queremos (participar)?’, ‘no, es que no tenemos los espacios y los vamos a hacer’. Igualmente, si te metes a TikTok, a Instagram, con esa facilidad esos jóvenes se estaban comunicando con los otros jóvenes”, mencionó sobre la manera en que este sector usó las redes sociales como herramienta para compartir y divulgar información.
Semanas antes de las elecciones, se multiplicaron las publicaciones de jóvenes que aparecían haciendo coreografías y cantando el tema “Sácala”, de Héctor “El Father”, Wisin, Yandel y Don Omar, como parte de un llamado para sacar la tarjeta electoral y ejercer el derecho al voto. Esa no fue la primera vez que usuarios de redes hicieron referencia a la canción para promover el voto joven en las elecciones. En el 2020, también se registró una tendencia similar.
“Prende tu voto: generación del calentón”
En este contexto, Mejías mencionó el impacto de la campaña “Prende tu voto: generación del calentón”, liderado por las organizaciones La Tejedora y Pública Espacio.
A través de Prende tu voto, un proyecto que Mejías describió como de jóvenes para jóvenes, se realizó un concierto en Viva Beach Club, en Carolina, el 14 de septiembre, que congregó a unos 4,000 asistentes. Para entrar, los interesados tenían que presentar su tarjeta electoral o registrarse en el referido lugar horas antes del evento.
La campaña fue una no partidista para motivar a personas entre 18 a 35 años a participar del proceso electoral.
“En un momento en el cual se apuesta a la desmovilización y apatía, queremos apelar a la creatividad, energía y poder que nos distingue como generación”, compartieron desde la página web de la campaña.
El efecto Bad Bunny
Otro elemento que marcó este ciclo electoral fue el llamado de artistas como Bad Bunny para que los miembros de esta población sacaran su identificación electoral y acudieran a votar. En junio, por ejemplo, el trapero, anunció que estaría otorgando dos entradas por el precio de una a fanáticos que mostraran su tarjeta electoral para ver desde las salas de cine en la isla sus conciertos en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan.
Sobre el impacto que este tipo de movida pueda tener en la dinámica electoral, ambos entrevistados coincidieron en que su aporte es valioso en tanto incentiva la conversación pública sobre la necesidad de votar.
“Yo creo que los artistas sí trajeron un esfuerzo grande, pero fue el mismo esfuerzo de muchas organizaciones y del liderato comunitario que se movilizó…Yo creo que sí, los artistas hacen una diferencia en mantener en el mapa la conversación. De que esa conversación los lleve a emitir un voto por x o y candidato, yo no le veo un efecto…Pero sí en traer la conversación…incentivan la discusión; puede incentivar la movilización, pero si no llegan a estar las organizaciones, si no hay un colectivo, Bad Bunny aún con todos los chavos del mundo no iba a poder movilizar, porque esto fue una coalición grande de mucha gente que estuvo trabajando en el día a día”, reflexionó Mejías.
Los portavoces, sin embargo, pusieron en cuestionamiento que el emplazamiento de artistas como el “Conejo Malo”, quien respaldó públicamente a la Alianza, necesariamente tenga un efecto en la intención de voto de los jóvenes a favor de esa coalición.
Menos voto íntegro y más por candidatura
No obstante, con base en las conversaciones que mantuvieron con electores jóvenes, muchos mencionaban su inclinación al voto por candidatura y no íntegro.
“En las conversaciones, los jóvenes hablaban de candidaturas, no hablaban de partidos, y los jóvenes se estaban informando sobre cuáles eran las propuestas que traían al país y cuáles conectaban con sus valores. Yo no te puedo contestar de si se acercaron más a un partido o a otro, pero sí se estaban movilizando dentro de lo que era la esperanza; dentro de lo que era un nuevo gobierno y país…Los jóvenes también son los que trabajan por el cambio y traen nuevas visiones. Pero era eso. Los jóvenes estaban viendo las propuestas; dialogaban sobre las propuestas; dialogaban sobre quiénes eran los candidatos…Por lo menos, a nosotros nos preguntaban mucho cuáles eran las propuestas…me preguntaban que cuáles eran (los candidatos) quiénes estaban trayendo o atendiendo los temas que nosotros generamos en la Agenda (de las Juventudes)”, argumentó Mejías.
El experto en temas electorales Manuel Álvarez Rivera indicó, según citado por Noticel, que el voto íntegro sigue en merma en todo Puerto Rico, “de 96% en la papeleta estatal de 2012 a 72% en 2016 y 2020, y ahora a 56%”.
De acuerdo con el reporte del medio local que cita números de la CEE, el PNP obtuvo 52.8% del voto íntegro, el PPD 32.5%, el PIP 7.6%, Proyecto Dignidad (PD) 6.7% y el MVC 0.1%.
Sin embargo, en estas elecciones, el PNP volvió a los niveles de voto íntegro que obtuvo en el 2016 después de que en 2020 llegaran a 39.5%. En el caso del PPD, esa modalidad de voto sigue en descenso (46% en el 2016, 34.6% en el 2020 y 32.5% en el 2024).
“Los jóvenes votaron de una manera muy diversa. Yo no podría decir que la juventud se fue para un lado o para el otro, o se afina más con uno que con el otro, porque si no, la gobernadora no hubiera ganado con un casi 40%…El candidato a comisionado por el Partido Popular no hubiese ganado con un 48%. Así que no creo que la juventud se define como que estamos aquí o allá; es muy diversa, y yo creo que eso fue lo que enriqueció también esta conversación que tuvimos de cara a las elecciones…”, agregó Soto, quien formó parte de la veintena de jóvenes que aportaron para desarrollar la Agenda de Juventudes.
Para el activista, los boricuas en general demostraron que están evolucionando en cuanto a votar se trata, ya que están mirando con más cuidado qué candidatos responden a sus necesidades y a las del país como un todo.
“Estas elecciones en particular se trabajaron desde un ángulo donde el discurso de miedo estuvo presente. Estamos hablando de un país se le ha enseñado a votar de una sola forma por muchísimo tiempo. El educar a las masas para que esa forma de votar cambie, fue un trabajo arduo de todas las organizaciones. Yo sí pienso que se ha logrado mucho, que las conversaciones se están teniendo y que el país está votando de una manera distinta…El voto mixto y por candidatura va en aumento…y adicional las personas demostraron, en el caso del Partido Popular, por ejemplo, Jesús Manuel Ortiz (candidato a la gobernación) no gana ningún municipio, pero las personas que salen a votar el 5 de noviembre, salieron a votar en masas por alcaldes de esos partidos. Así que el país que nos estamos planteando no es el Puerto Rico de Muñoz, de Ferrer, es una composición donde la gente no está mirando el liderato de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba”, contrastó.
En ese sentido, Mejías coincidió en que es muy temprano hablar de un fin al bipartidismo en Puerto Rico.
“Tenemos que seguir hablando del bipartidismo, porque las elecciones no solo son la gobernación. Tú ves el panorama mayor, los municipios, en su gran mayoría, son del Partido Popular Democrático. Que sí hubo un cambio y un voto de molestia o de esperanza, porque hay que tomar los dos puntos. Hubo un voto de molestia al bipartidismo, pero también hubo un voto de esperanza…”, analizó.
Qué es la “Agenda de Juventudes”
La Agenda de Juventudes es un documento resultado de una campaña organizada por MPA en colaboración con FURIA, Inc., Vota Fácil Puerto Rico, Sierra Club de Puerto Rico, y Sembrando Sentido que resume los problemas y soluciones identificadas por la juventud junto con las aportaciones de personas especializadas en los temas.
De acuerdo con Mejías, la preocupación por la falta de oportunidades laborales y el debate por el cambio climático y el medioambiente son dos de los asuntos que más inquietan a los jóvenes consultados.
“El escenario laboral. Desde que yo entré a MPA, viniendo como generación millennial, nos interesa mucho el espacio laboral; no solamente que sea una mera transacción, sino que ese escenario esté colaborando y aportando al país. El otro tema es el del ambiente…Los millennials nos decían mucho del calentamiento global, de que hay que reciclar. A la generación Z le está cayendo todo lo que no se pudo hacer efectivamente para contrarrestar ese calentamiento global y poder atender el ambiente. Pues, la generación Z lo está viviendo, y por eso es un tema sumamente importante para los jóvenes. La calidad de vida es un tema sumamente importante. Calidad de vida comprende vivienda asequible, comprende el tema de género y la inclusión; comprende la seguridad alimentaria…”, abundó.
La activista también mencionó los fondos para la Universidad de Puerto Rico (UPR) como otro asunto que preocupa a la población joven en la isla.
Proyectos como la Agenda son, a juicio de Mejías, lo que los políticos deben estar evaluando si quieren retener a jóvenes en la isla y ganarse su voto.
La líder argumentó que, en la medida en que más jóvenes estén en la mesa discutiendo los asuntos que les afectan y proponiendo soluciones, es más probable que busquen las maneras de permanecer en la isla.
“Para poder resolver los problemas del país, tenemos que estar insertados. Ningún joven se va del país porque quiera irse. Incluso, si vas a Washington D.C. o en Nueva York, donde hay muchos jóvenes puertorriqueños, y le preguntas si quieren regresar a Puerto Rico, te dicen que sí. ‘Yo quiero regresar a Puerto Rico. Lo que pasa es que no tengo una vivienda digna’, ‘lo que pasa es que no tengo un escenario laboral en el que no tenga que sobrevivir, sino vivir’”, expuso.
“El tema laboral lo trabajan las otras generaciones; lo trabaja el Gobierno, pero si no está un joven en la mesa, no le pueden decir qué es por lo que luchan día a día. En el tema de la vivienda, es igual; es un tema que es general, pero si no hay un joven en la mesa, no le dan la oportunidad de decir qué es lo que hay que arreglar… Si nosotros creamos y generamos espacios donde los jóvenes se inserten…y puedan traer a la mesa qué es lo que les afecta. Pero, ¡ojo!, los jóvenes no solo están trayendo los retos, quejándose, es que están trayendo soluciones”, continuó.
Menos jóvenes en Puerto Rico
La tendencia a la baja de la población joven en la isla continúa.
Según los datos de los Estimados Anuales Poblacionales del Censo federal divulgados en junio de 2022, la población menor de 18 años se redujo en un 36% entre 2010 y 2019; mientras que la población de 65 años o más aumentó un 2.4% entre 2020 y 2021.
“El ritmo de la reducción en la población menor a 18 años sigue siendo imponente; continua en caída libre. Hace tan solo dos décadas (Censo 2000) esta población sobrepasaba el millón de personas; el nuevo estimado (2021) ya apunta a que son cerca de medio millón. Las repercusiones continuarán manifestándose en aquellas entidades que sirven a esta población y por ejemplo, podría complicar más el cuadro del sector de la educación universitaria en Puerto Rico”, dijo en aquel momento Alberto L. Velázquez-Estrada, gerente senior de Proyectos Estadísticos del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.
En agosto pasado, la entidad reveló que el patrón del envejecimiento de la población en Puerto Rico quedó constatado en las estadísticas del 2023, cuando se registró una mediana de edad entre los residentes de la Isla de 45.2 años.
Una población vieja es aquella cuya mediana de edad es mayor a 30 años.
Por otro lado, una investigación de la Fundación SM y su Observatorio de la Juventud en Iberoamérica en alianza con el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), titulada “La juventud en Puerto Rico”, arrojó que entre 2019 y 2022, la población juvenil se redujo un 29.61 %, que equivale a 261,935 jóvenes menos en la isla.
Esta evaluación se concentró en el perfil de jóvenes entre los 15 y 29 años.
Algunos factores generales que influyen en la reducción de la población joven en la isla son el descenso de la tasa de natalidad sumado a la migración de boricuas a Estados Unidos, donde ya son más de 6 millones, el doble que la cantidad en la isla.
Para Soto es importante tener esto en consideración al momento de examinar el potencial del voto joven en Puerto Rico y su impacto.
“Nosotros no somos una mayoría en el país. El Puerto Rico de hoy cuenta con muchos más adultos mayores poblacionalmente hablando que jóvenes. Mucho se ha discutido de que nosotros no salimos en masa a hacer un cambio de gobierno, y es que no vamos a salir en masa porque estamos en minoría. La mayoría de la gente joven no encuentra las condiciones para vivir aquí y se van del país; muy pocos han regresado para seguir echando para adelante esta tierra. Pero decir que no salimos en masa, numéricamente no es real, porque entre la población de adultos mayores y la nuestra, ellos nos van a sobrepasar. Eso hay que tenerlo presente”, resaltó.
Qué arrojan los datos más recientes de la CEE
Datos de la CEE provistos a El Diario apuntan a que, para la fecha del cierre de registro electoral que fue el 21 de septiembre, había 140,742 electores entre 18 a 24 años hábiles para votar; 292,823 tenían entre 25 a 34; 292,063 entre 35 a 44; 322,267 entre 45 a 54; 341,415 entre 55 a 64; 303,444 entre 65 a 74; 209,854 entre 75 a 84; 74,660 entre 85 a 94; y 10,049 eran mayores de 95.
Lo anterior suma un total de 1,987,317. Por género, 909,788 (45.78%) se identificaron como masculino, y 1,077,529 (54.22%) como femenino.
De la totalidad, 98,311 fueron registros nuevos y 87,431 reactivaciones.
En comparación con el año 2020, hubo una baja de electores hábiles, ya que la cifras para la jornada electoral previa ascendía a unos 2,355,895. De esa cantidad, 210,301 tenían entre 18 y 24 años.
De los 210,301, 108,491 votaron en el 2020. El Diario le solicitó a la Comisión los datos de la totalidad de electores activos que votaron en estas elecciones y la división por edad, pero se nos indicó que los datos no estarían disponibles hasta que finalice el escrutinio general.
Los datos para la noche del evento que son preliminares apuntan a que hubo una participación electoral de 1,455,815. En el caso de la jornada del 2020, la participación fue de 1,296,169.
El impacto del nuevo Código electoral
Para Soto, el nuevo Código Electoral del 2020, aprobado por la mayoría novoprogresista, no favoreció una participación mayor de los electores.
“En el 2020, se cambiaron las reglas de juego con un nuevo Código electoral. Ese código electoral que entró en vigor meses antes de las elecciones del 2020, no se vio el efecto en el 2020, pero se está viendo su efecto en su totalidad en estas elecciones”, señaló.
Como ejemplo, mencionó el cierre de registro el 21 de septiembre a pesar del reclamo de varios sectores, incluyendo los comisionados electorales de MVC y el PIP en la CEE, para que se extendiera hasta el 6 de octubre en vista de la avalancha de puertorriqueños acudiendo a las Juntas de Inscripción.
“Ese cierre de registro el 21 de septiembre, si esa fecha se hubiese extendido, ¿ustedes entienden que más jóvenes se hubieran inscrito?”, indagó El Diario.
“Jóvenes y la población en general hubiesen tenido la oportunidad, porque quienes estábamos haciendo el trabajo del Gobierno y de la Junta de Inscripción éramos las organizaciones sin fines de lucro; eran las comunidades, porque queríamos un cambio y queríamos que tuvieran esa participación más allá de los resultados en las elecciones. Es que Puerto Rico y su población se inserte en estos asuntos”, respondió Mejías.
La portavoz planteó además que la reducción de las Juntas de Inscripción a 12 a nivel isla, representa una “traba grande para que los jóvenes y la población en general se inscriban”.
“Yo me inscribí en la universidad. Hubo mucha gente que se inscribió en las escuelas en sus tiempos. Este año eso no pasó. El esfuerzo fue de las organizaciones sin fines de lucro…y éramos los que organizábamos y le hacíamos el trabajo a las Juntas de Inscripción, y le decíamos, ‘mira, vengan a la universidad o miran ven a esta escuela que tenemos a estos jóvenes para que te inscribas’”, añadió.
Soto, por su parte, cuestionó la tardanza en la puesta en vigor de eRE o Registro Electrónico de Electores por parte de la CEE para facilitarle los procesos a los potenciales votantes.
“Ese sistema estaba planificado para que saliera, mínimo, en el 2022, para que en el 2023 se notaran los errores, y, de cara al año eleccionario, ya esto estuviera listo para las elecciones quien lo quisiera usar. Eso no fue así. El sistema salió en el 2023, tuvo demasiados errores…”, subrayó.
“Entre las conversaciones que hay que tener es por qué en Puerto Rico la gente no se puede inscribir el mismo día de las elecciones; por qué nosotros no tenemos un proceso más amplio de inscripción; por qué se limita, porque en Estados Unidos hay demasiados estados en los que la gente va el mismo día…”, puntualizó el portavoz de Política en Arroz y Habichuelas.
Qué va a pasar ahora
Para los entrevistados, la discusión está lejos de terminar, a pesar de que ya pasaron las elecciones. Ahora corresponde a los puertorriqueños junto a las organizaciones la labor de fiscalizar a los candidatos que resultaron ganadores e insertarse en la agenda de legislación y política pública.
“Las elecciones fueron los otros días. Ahora somos país y tenemos que estar en esta fiscalización constante para trabajar el Puerto Rico que queremos. Yo creo que dentro de Mentes Puertorriqueñas en Acción nos enfocaremos en la discusión, cocreación e iniciativas para insertar a los jóvenes en la opinión pública, y en educar, que es lo más importante. Nos dimos cuenta que tenemos que seguir educando y al mismo tiempo insertándonos”, planteó Mejías.
Para Soto, lo importante al momento es que los boricuas entiendan que este proceso ciudadano debe ser de todos los días.
“El trabajo de cara a estos cuatro años es también fiscalizar e integrarnos a la política pública de la gobernadora electa y del cuerpo legislativo, porque creo que las personas igual no lo ven, no lo sienten o no lo entienden, que esto es una participación ciudadana constante, y que no podemos emitir el voto el 5 de noviembre y después decir que ganaron los que ganaron y ahora que gobiernen, sino que fiscalizar esas figuras que van a gobernar es un proceso y cómo las personas se insertan en esa fiscalización va a ser importante”, secundó.
Cómo surgió Mentes Puertorriqueñas en Acción y Política en Arroz y Habichuelas
Jóvenes puertorriqueños en la diáspora que estudiaban la Universidad de Harvard, en Massachusetts, y en MIT ( Massachusetts Institute of Technology) en el mismo estado, interesados en el desarrollo de Puerto Rico con el fin de regresar al archipiélago, empezaron a crear caucus para hablar de temas como pobreza y economía.
Con ese esfuerzo como base se creó el Programa de Apoderamiento y Retención de Agentes de Cambio (PARACa).
PARACa es una especie de proyecto de internado que puede extenderse de 8 semanas a 12 meses, en la que jóvenes pueden trabajar en una organización sin fines de lucro (OSFL) para potenciar destrezas de liderazgo y conciencia social, entre otras.
“Fueron jóvenes en la diáspora que se unieron con el cierre gubernamental (2006) que hubo en Puerto Rico y querían trabajar e insertarse en la política pública, en las comunidades, en lo que estaba pasando en Puerto Rico…Así que se crea este gran movimiento partiendo de la premisa de que en Puerto Rico, se parte de la idea de que hay un liderato, pero no están siendo conscientes, sensibles, efectivos…”, detalló Mejías.
En el caso de Política en Arroz y Habichuelas, se trata de un movimiento que busca generar “una conversación coloquial entre todes sobre política”.
“Busca que los jóvenes estén en la mesa de discusión. Nace en las elecciones del 2020. Conlleva un poco ese discurso que por mucho tiempo se había llevado en el país de que el tema político no era un tema para jóvenes y que nosotros no deberíamos estar en esas posiciones, y que esa no era nuestra conversación, que estábamos metiendo la cuchara ahí…Y como dice el nombre del proyecto, ‘Política en arroz y habichuelas’, yo intento, en conversaciones sumamente coloquiales, a mi generación y a aquellas que se están haciendo disponibles para entender también, ser parte de la misma. Al final, lo que se busca es que de cara al próximo ciclo, en este lo vimos, hayan más jóvenes y personas de todas las edades involucradas en los procesos y los entiendan, porque muchas veces son conceptos técnicos o andamiajes de estructuras políticas en los que no se nos ha permitido el espacio”, explicó.
Soto busca que la gente interiorice que la política va más allá de los partidos y que las decisiones de los políticos en general afectan todos los días distintos aspectos de la vida de los boricuas.
“La clase política se ha dedicado (a que el bipartidismo) sea la conversación, y un poco desde mi proyecto lo que yo intento hacer es romper esa narrativa, y que el país entienda que todo es político, desde los permisos, los hospitales, las escuelas, los recursos que no están llegando y que la gente entienda que exigirle al Gobierno es un derecho que todos tenemos”, concluyó.