El transporte público pasó de ser vital a mortal en Nueva York: homicidios en el Metro están en un nivel históricamente alto
Para cualquier urbe el transporte público es vital, pero en NYC se ha transformado en mortal, debido a un alza histórica en los incidentes de violencia, incluyendo homicidios. Cinco de ellos han sucedido en las últimas semanas: cuatro en el Metro y uno en un autobús MTA
Para mantener activa a una metrópolis el transporte público es vital, pero en Nueva York se ha transformado en mortal con un alza histórica en los incidentes de violencia, incluyendo homicidios.
Desde 2020 las muertes por homicidio han tenido un repunte en el Metro y los buses públicos de NYC, mientras ha bajado el número de pasajeros por la pandemia y el trabajo remoto, creando un círculo vicioso: la inseguridad ha generado más temor a que la gente viaje y esa ausencia deja más espacio a la violencia.
Desde 1997 -las primeras cifras históricas a las que pudo acceder New York Post– nunca hubo más de cinco asesinatos anuales en el Metro, hasta que la pandemia de COVID-19 elevó ese número a seis por primera vez. Al año siguiente, en 2021, los homicidios se dispararon hasta ocho.
En lo que va de 2022 ya ha habido nueve. Cuatro de ellos sucedieron recientemente en apenas dos semanas: tres en el Metro y uno en un bus MTA. Y ayer hubo un nuevo homicidio en Queens, cuando un hombre fue empujado a las vías en medio de una pelea.
Desde 2020 a lo que va de 2022 suman más homicidios que todo el lapso entre 2008 y 2019. “Puedes tomar el Metro en cualquier lugar a cualquier hora del día, a plena luz del día, y no hay garantía de seguridad”, comentó la profesora María Haberfeld del John Jay College of Criminal de CUNY, ex teniente en la Policía Nacional de Israel.
Este año los funcionarios públicos han prometido en repetidas ocasiones inundar las plataformas del Metro y los vagones con agentes de policía en el marco del plan de seguridad del alcalde ex NYPD Eric Adams, que busca reducir la violencia tomando medidas enérgicas, incluyendo el combate de la indigencia: en febrero pasado se determinó que 350 personas estaban “viviendo” en el subterráneo.
A pesar de los anunciados esfuerzos, los delitos graves en general en los trenes subterráneos aumentaron 42% en lo que va del año en comparación con el mismo período en 2021, y el número de homicidios de este año ya supera los ocho registrados el año pasado.
El presidente de la MTA, Janno Lieber, asistió la semana pasada al funeral de una de las últimas víctimas, Tommy Bailey, quien dejó tres niños huérfanos. Le dijo a los periodistas que había hablado con los líderes de la policía de Nueva York sobre el auge del crimen en el sistema de tránsito. “En realidad, están pensando en cosas adicionales que pueden hacer, pasos adicionales que pueden tomar que elevarán el nivel de seguridad al aumentar la presencia y visibilidad de los oficiales”.
En general, este año ha habido una larga lista de situaciones dramáticas en el subterráneo neoyorquino, entre robos, ataques, accidentes, muertes naturales, suicidios y sobredosis fatales, además de los homicidios.
Un contundente 84% de los neoyorquinos opinó en la primavera que las condiciones habían empeorado en la ciudad desde marzo de 2020, cuando empezó la pandemia, según un sondeo. La mayoría citó los problemas en el Metro como una de las principales razones del deterioro urbano y la negativa a volver a trabajar en las oficinas que se ha mantenido.
Días después el pasado abril se convirtió en uno de los meses más violentos en la historia del Metro de Nueva York desde su fundación en 1904, cuando 29 personas resultaron heridas en un crimen mañanero perpetrado por un atacante solitario, quien baleó y activó al menos dos granadas en un tren en movimiento en Brooklyn.
Enseguida el alcalde Adams anunció que se duplicaría el número de agentes de la policía de Nueva York en el sistema subterráneo, donde ya desde febrero había activado un reforzado plan de seguridad para hacer frente a la violencia. Pero hasta ahora el crimen sigue en auge.